Asunción, 25 ago (EFE).- Miles de poemas y canciones escritas en guaraní, español y la mezcla de ambos idiomas, denominada jopara, publicadas en una revista literaria olvidada, hacen parte de una biblioteca virtual y de una primera edición impresa que busca preservar estas obras, hasta hace poco custodiadas por el exembajador estadounidense James Cason.

La historia se remonta a 2008, cuando el ahora exdiplomático terminaba su misión en Paraguay y recibió de manos de una mujer, cuya identidad se desconoce, un paquete de 271 ejemplares de la revista Ysyry (palabra que significa en guaraní agua que corre o río), que durante casi medio siglo, entre 1942 y 1995, publicó alrededor de 20.000 piezas literarias.

De estas, 14.000 han sido seleccionadas para la edición digital en un proyecto impulsado por la Fundación Paz Global y el Instituto Patria Soñada, de Paraguay.
La directora nacional de la Fundación Paz Global, Alda Cardozo, dijo en una entrevista con EFE que Cason «era un apasionado del idioma guaraní y un amante del Paraguay», que recorría el país participando en festivales culturales vestido con atuendos típicos paraguayos y cantando en guaraní.
«La persona que le entregó las revistas habrá visto que él amaba el guaraní», apuntó Cardozo sobre el rol de custodio que asumió el entonces diplomático con ese tesoro cultural que valoraba tanto siendo extranjero.
Nadie sabe hasta ahora quién fue esa mujer, pero es muy probable que haya sido una familiar del editor de la revista, José del Pilar Cantero Frutos, puesto que tenía la colección completa de la publicación y había repuesto las piezas más frágiles con fotocopias, mostrando una dedicación afectiva con toda la producción literaria.
Un total de 15 biblioratos con las revistas estuvieron guardados en la casa de Cason en EE.UU. hasta que con el representante de la Fundación Global para América Latina y el Caribe, Thomas Field, acordaron el proyecto de darle nueva vida a la colección, convencidos de su valor histórico literario y lingüístico.
Field se encargó de trasladar los archivos, valija en mano, para que no se estropearan en su vuelta a Asunción, donde desde el 2023 se hace la sistematización para la biblioteca virtual Oremba’e (lo nuestro, en idioma guaraní).
Para el lanzamiento, este lunes, de la edición digital también se ha impreso un primer tomo titulado ‘Che Ñe’ẽ, Che Purahéi’ (‘Mi palabra, mi canción’, en guaraní) con 200 piezas seleccionadas de varios autores, entre ellos los afamados poetas Emiliano R. Fernández, Manuel Ortiz Guerrero y Félix Giménez, pero también textos de escritores menos conocidos o aficionados.
El trabajo no fue sencillo y requirió del apoyo de un equipo de lingüistas y traductores para adaptar la grafía del guaraní del siglo pasado a la que actualmente se usa para generar interés en las nuevas generaciones, explicó la directora del proyecto del Instituto Patria Soñada, María del Carmen Giménez.
Sobre las temáticas, «la riqueza del material es inmensa», declaró Giménez a EFE.
Detalló que los poemas recorren desde las guerras contra la Triple Alianza (1864-1870) -en la que Paraguay se enfrentó con Argentina, Brasil y Uruguay-, y la del Chaco contra Bolivia (1932-1935), hasta historias de amor y picardías de paraguayos mujeriegos, pasando por el desarraigo de vivir fuera por el exilio en la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989) y el «autoexilio» de opositores que vivían escondidos dentro del país.
Giménez destacó especialmente las piezas sobre los valores familiares, al amor por las madres y por los pueblos donde nacieron los poetas y las composiciones de elogio que se escribían entre colegas.
«Para nosotros ha sido un desafío muy grato poder encontrar tanto en una colección tan completa y tan celosamente resguardada», expresó Giménez, que lidera un equipo también formado por jóvenes mujeres.
Hace casi dos décadas, el destino quiso que una mujer salvara del silencio el legado de 14.000 poemas y canciones, aunque solo medio centenar de piezas lleven una firma femenina.
Con la presentación de la biblioteca virtual y el libro de homenaje, Cardozo y Giménez tienen la esperanza de que finalmente aquella mujer aparezca para recibir el reconocimiento que merece.
Javier Aliaga