Una camaleónica Rigoberta Bandini conquista Zaragoza al ritmo de ‘Jesucrista Superstar’

Concierto de Rigoberta Bandini este viernes en Zaragoza dentro de su gira Jesucrista Superstar Tour 2025. EFE/Javier Cebollada

Pilar Bernal Zamora

Concierto de Rigoberta Bandini este viernes en Zaragoza dentro de su gira Jesucrista Superstar Tour 2025. EFE/Javier Cebollada

Zaragoza, 20 jun (EFE).- La artista catalana Rigoberta Bandini ha conquistado este viernes el Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza en su gira ‘Jesucrista Superstar’, donde ha mostrado su universo pop más descarado y festivo, en un espectáculo cargado de teatralidad y con una actuación camaleónica, donde Bandini se ha transformado en diversos alter ego en un viaje emocional intenso.

Desde el primer momento, la artista ha encendido al público con una sucesión de seis temas nuevos que anticipaban la energía del resto del concierto: ‘JAJAJA’, ‘CXT (Club Xavalas Tristes)’, ‘Simpática pero problemática’, ‘VuelaaAAaa’, ‘Enamorados’ y ‘Brindis!!!’, han sido las elegidas para iniciar su espectáculo, que ya auguraba una noche prometedora.

Vestida con un llamativo chubasquero amarillo y unas botas rojas, Bandini ha hecho de cada canción una performance propia, acompañada por un cuerpo de baile y una producción visual llena de luces, vídeos delirantes y una escenografía colorista que marcaban el tono.

En medio del delirio colectivo, el artista ha lanzado mensajes que han conectado con su público más fiel. «Estoy muy ilusionada de estar aquí, tengo un recuerdo increíble de Zaragoza», ha confesado Bandini, que cerró su última gira de 2022 en la capital aragonesa.

Tras la primera parte dedicada al nuevo disco han llegado algunas de las canciones más esperadas de su repertorio anterior, como ‘In Spain we call it soledad’, o ‘Miami Beach’, no sin antes hacer lo que ella ha definido como «intento de jota», que sin un resultado del todo eficaz ha bromeado esperando «que no sea una apropiación cultural».

El concierto ha sido un recorrido emocional y generacional por los temas que definen a una cantante que no teme mezclar lo irónico con lo sagrado, lo kitsch con lo íntimo, la fiesta con la introspección.

En la parte central del espectáculo, Rigoberta ha interpretado canciones como ‘Aprenderás’, ‘Si muriera mañana’ y ‘La pulga en el sofá’, en las que ha mostrado su faceta más teatral, hilando momentos de vulnerabilidad con otros de puro desparpajo en una transición casi imperceptible.

Uno de los momentos más celebrados de la noche ha sido la interpretación de ‘Pamela Anderson’, que ha convertido el pabellón en un karaoke colectivo entre palmas, y un sinfín de referencias noventeras. «Pamela Anderson lo somos todas, pero Rigoberta Bandini también», ha recordado la artista, que entre aplausos ha reconocido que siente al público «muy cerca».

«Sois como una relación de amor de las sanas, y espero daros ese amor a vosotros también», ha añadido, mientras empezaba a sonar lo que ya se ha convertido en su himno, con la versión de ‘El amor’, de Massiel, interpretada en clave solemne y casi religiosa, en uno de los momentos más emotivos del repertorio.

Se ha hecho la oscuridad en el pabellón zaragozano y, de un momento al otro, los bailarines se han acercado al público con un micrófono para ver lo que sentían los aficionados. «Eres como mi alter ego», ha gritado una de las aficionadas de la artista, «Tus canciones me han hecho mucho más amena la depresión», ha reconocido a otro chico.

Bandini ha vuelto aparecer y, al ritmo de ‘Amore amore amore’ se ha bajado del escenario para pasear entre el bullicio, dando chupitos y copas de pacharán a un público entregado, que hasta le ha dejado sin su peluca rubia característica.

Después de un brindis colectivo, la artista ha continuado con su repertorio musical con ‘Soy mayor’, seguida de su icónica canción ‘Perra’, que ha hecho levantar a todo el mundo del asiento. «No tenía dudas, habéis sido perras desde la primera canción», ha descrito el artista que, entre ovaciones ha confesado, «de momento Zaragoza es la mejor ciudad de todas».

Acto seguido, la catalana ha seguido con «Los milagros nunca ocurren al salir de un after» y su canción ‘Kaiman’, para terminar con ‘Too many drug’, donde Rigoberta ha desplegado toda su potencia escénica para cerrar la parte principal del show en una combinación de colores, feminismo y catarsis.

Las luces apagadas y un espectáculo que pronosticaba despedida parecía haber dado por finalizado el concierto, pero el público ha pedido más y, al grito de ‘Rigoberta’, la artista ha salido para dar a Zaragoza el último espectáculo.

El primero, ‘Ay mamá’, convertido ya en himno generacional, ha desatado la locura en las gradas y en la pista, donde muchos de los asistentes se han sumado al gesto simbólico que acompaña la canción desde el Benidorm Fest.

Para terminar por todo lo alto, ‘Bandini ha cantado Busco un centro de gravedad permanente’, una despedida que ha hecho vibrar a las cientos de personas que han asistido a un viaje tan emocional como divertido.

«Ha sido un subidón increíble e inolvidable, prometo que volveré», ha confesado Rigoberta, mientras se despedía junto a sus bailarines de esta quinta cita de su gira ‘Jesucrista Superstar’, un disco donde la artista ha vuelto con más fuerza que nunca tras un período de silencio escénico, que no ha hecho más que alimentar la expectación de Zaragoza, que tampoco ha decepcionado.