Barcelona, 9 sep (EFE).- Un estudio ha demostrado que una dieta rica en proteínas vegetales y fibra beneficia la salud durante la gestación y el período de lactancia, tanto para la madre como para el bebé.
Son algunas de las conclusiones principales de dos estudios publicados en la revista eBioMedicine, llevados a cabo con el apoyo de La Marató de TV3 (2017) y que han liderado el Instituto de Investigación en Nutrición y Seguridad Alimentaria de la Universidad de Barcelona (INSA-UB) y el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IATA-CSIC), ubicado en Paterna (València).
A partir de datos de la dieta que siguieron mujeres de la cohorte MAMI (Maternal Microbiome), se ha desarrollado un modelo preclínico con modelos animales para entender los mecanismos de acción implicados.
En un primer estudio, a nivel preclínico, el equipo comparó los efectos de dos dietas diferentes, consumidas por las madres durante la gestación y la lactancia, en la composición de la microbiota, la inmunidad y el metabolismo de los lípidos: la dieta D1, semejante a la mediterránea, rica en fibra y proteína vegetal, y la D2, una dieta occidental, más rica en proteína y grasas de origen animal.
Durante la intervención nutricional, se analizaron diversas muestras biológicas para examinar los efectos de cada dieta en la barrera epitelial, el metabolismo lipídico, la composición de la microbiota, los metabolitos y la inmunidad.
«Los resultados revelan que una dieta similar a la mediterránea y enriquecida con aceite de pescado, proteína de soja einulina tiene efectos beneficiosos en el metabolismo de los lípidos, la composición de la microbiota y la respuesta inmunitaria durante los períodos de gestación y lactancia, y mejoran la salud materna», ha detallado el director de INSA-UB, Francisco J. Pérez Cano.
Si además esta dieta se mantiene durante la lactancia, parece que «revierte de manera más eficaz los cambios fisiológicos que se producen durante el embarazo, ya que favorece la respuesta inmunitaria y evita la acumulación de grasas», ha añadido el experto.
El segundo estudio demuestra que una dieta materna rica en proteínas vegetales, fibra y ácidos grasos poliinsaturados reduce la gravedad y la incidencia de las infecciones en la descendencia, gracias al efecto modulador de la microbiota intestinal en el sistema inmunitario.
El estudio, llevado a cabo con bebés y modelos animales, analiza el efecto de la dieta materna en la salud de la descendencia y refuerza la importancia de la nutrición materna durante el embarazo y la lactancia para reforzar la salud infantil.
La investigación demuestra el papel clave de la dieta materna en la composición de los elementos defensivos de la leche durante la lactancia.
Entre ellos destaca la inmunoglobulina A (IgA) de la leche humana y la diversidad de la microbiota, que tienen un papel protector frente a las infecciones de los lactantes. EFE
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