Redacción deportes, 24 ago (EFE).- La selección española de baloncesto puso fin a la gira de preparación ‘Europa Imperium Nostrum’, previa al Eurobasket, con un balance negativo de cinco derrotas y una victoria, pero con la sensación de ir de menos a más y sin perder su característico estilo guerrero, a pesar de las numerosas bajas sufridas durante el camino.
En la senda hacia la cita europea, la última con Sergio Scariolo al frente del banquillo, España, inmersa en un cambio generacional tras las retiradas de referentes como Rudy Fernández o Sergio Llull, que decidió poner fin a su aventura con la selección, vio cómo Lorenzo Brown y Usman Garuba, parte del grupo campeón del Eurobasket en 2022, renunciaban a la llamada del seleccionador por motivos personales.
En un combinado falto de bases, Scariolo se decidió por el joven Mario Saint-Supéry para ocupar el puesto de Brown, componiendo un equipo joven cuyo integrante más veterano es Willy Hernangómez, mejor jugador del pasado Europeo, con 31 años.
Así, la nueva España de Scariolo, acompañada por la selección ‘B’, un combinado de jóvenes promesas del baloncesto nacional, disputó el Torneo Ciudad de Málaga ante dos selecciones, a priori, de un escalón inferior como Portugal y República Checa.
Sin embargo, la primera prueba ante los lusos se saldó con una sorprendente derrota por 74-76, en un duelo marcado por el dominio de la estrella portuguesa, Neemias Queta, pívot de los Boston Celtics. Además de la derrota, España comenzó a engrosar su lista de lesionados, con la baja definitiva de Eli John Ndiaye y la momentánea de Santi Aldama, que reapareció en los dos últimos encuentros de la gira ante Alemania.
Después de la balsámica victoria ante República Checa por 87-73, la selección abandonó Málaga y regresó a Madrid con la baja de Alberto Díaz, uno de los bastiones defensivos de Scariolo, que, a la postre, causaría baja definitiva para el Eurobasket.
Con varias bajas notorias en la plantilla, España viajó a Badalona y cayó ante Francia por 67-75, con la sensación de todavía no alcanzar el máximo nivel y con muchas lagunas en el plano físico ante los subcampeones olímpicos.
Con un Scariolo aferrado al «margen de mejora» que tenía el equipo, la selección fue a Bercy y compitió mucho mejor ante los franceses, a pesar de una nueva derrota, por 78-73, después de un mal segundo tiempo y con los jóvenes Guillem Ferrando e Isaac Nogués llamados para completar la convocatoria.
La evidente mejoría en el plano deportivo seguía contrastando con las lesiones en el equipo y, como ya ocurrió en la preparación para los Juegos Olímpicos de París 2024, Alberto Abalde sufrió una lesión que le impide llegar a la cita con el resto de la expedición.
Otro contratiempo más, unido a unas pequeñas molestias de Darío Brizuela, uno de los focos ofensivos de la plantilla, que obligaron al cuerpo técnico a buscar soluciones en el talento joven de España ‘B’, con la llamada a Álvaro Cárdenas y Lucas Langarita para disputar el último encuentro amistoso en suelo nacional ante Alemania.
La derrota en la prórroga ante los vigentes campeones del mundo en el Movistar Arena por 105-106 sirvió para continuar disfrutando con una España cada vez más reconocible, fuera del top-10 de las favoritas al título continental, pero con la sensación inamovible de competir con cualquiera sin importar las circunstancias.
Su último partido de preparación fue en Colonia, nuevamente ante Alemania, donde los de Scariolo compitieron hasta el final, incomodando a la vigente campeona del mundo, que solo se despegó al final del encuentro, con un marcador de 95-78, y en el que las mejores noticias fueron la recuperación definitiva de Aldama y el partido de Sergio de Larrea, que, con 14 puntos, fue el máximo anotador de ‘La Familia’.
Así, la nueva España, de 26 años de media, peleará por revalidar el título europeo bajo una atmósfera parecida a la vivida en 2022, cuando no figuraba entre las máximas favoritas al título y cada partido fue una difícil y sufrida batalla, pero que acabó con el equipo de Scariolo levantando la copa.
Pedro Martín