Tokio, 26 jun (EFE).- Siete años después de su fallecimiento, el legado del legendario director Isao Takahata, cofundador del emblemático Studio Ghibli, cobra nueva vida en una emotiva exposición presentada este jueves en Tokio a los medios.
Bajo el título ‘El hombre que plantó la animación japonesa’, la exposición, organizada en la céntrica galería de Azabudai Hills de la capital japonesa, supone una retrospectiva de la obra de Takahata desde sus primeras series de animación infantil a su última cinta, ‘El cuento de la Princesa Kaguya’ (2013).
La muestra, que se compone de acetatos y fondos originales de sus películas, busca conmemorar el 90 aniversario del nacimiento del director, fallecido en 2018, y servir de retrospectiva a toda una carrera dedicada a la animación.
«Las obras de mi padre son muy peculiares y variadas, con un toque poco dulce y con un estilo que, aunque no es típico, te deja satisfecho», explicó hoy su hijo, Kosuke Takahata, durante el evento de presentación a los medios en la víspera de su apertura general al público este viernes, 27 de junio.
Para Kosuke, algunas de las obras de Isao, como ‘La tumba de las luciérnagas’ (1988), suponen «una llamada de atención», especialmente este año, que se conmemora el 80 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial y de los bombardeos atómicos a las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
Studio Ghibli

Con genialidad y modestia a partes iguales, el creador nipón fue el responsable -junto a su buen amigo Hayao Miyazaki- de cambiar las normas de la industria y fundar un pequeño estudio de animación desde el que se hiciera cine de autor que pudieran disfrutar a la par niños y adultos.
Así nació en 1985 Studio Ghibli, considerado por la crítica especializada como uno de los mejores estudios de animación del mundo y con una vocación pacifista y ambientalista nacida del propio pasado de sus creadores.
Nacido en la ciudad de Ise, en el centro de Japón, en 1935, con tan sólo 9 años Takahata sobrevivió a un ataque aéreo durante la Segunda Guerra Mundial, un hecho que marcó la temática de sus películas y el tono antibelicista que caracteriza a Ghibli.
Fue durante sus años de universidad cuando conoció a Miyazaki, de quien se convertiría en maestro, además de en gran amigo, y juntos comenzarían a trabajar en los años 60 en Toei Animation, donde Takahata suplía su falta de conocimientos de dibujo con su talento para la dirección.
Ambos lograron poner el anime japonés en boca de todos, dirigiendo series como ‘Heidi’, ‘Marco’ o ‘Ana de las Tejas Verdes’, todas ellas éxitos internacionales, aunque rara vez atribuidas a los dos genios de Ghibli.
Pese a que estas obras parecen muy alejadas en el tiempo, en su momento supusieron una revolución tanto en la animación japonesa como en la occidental, aunque el verdadero éxito del realizador no llegó hasta el estreno de ‘La tumba de las luciérnagas’ (1988), su filme más adulto.
Esta cinta fue la primera que dirigió para Ghibli, un relato desgarrador sobre los horrores de la Segunda Guerra Mundial a través de los ojos de dos niños, tan duro que fue exhibido en Japón junto a ‘Mi vecino Totoro’ (1988), de Miyazaki, una historia mucho más amable.
Su última cinta
Frente a la fantasía de la que siempre ha hecho alarde Miyazaki, las obras de Takahata están marcadas por un toque más intimista y personal, aunque también por una búsqueda constante de la experimentación, como queda patente en ‘Mis vecinos los Yamada’ (1999) o su último filme, ‘El cuento de la Princesa Kaguya’ (2013).
Basado en un cuento tradicional nipón, la película narra la vida de Kaguya, una niña diminuta que nace de un tronco de bambú y es cuidada por unos campesinos para convertirse después en princesa, una cinta que fue muy aclamada por la crítica y nominada a Mejor Película de Animación en los Óscar de 2014.
Su último filme como productor fue ‘La tortuga roja’ (‘Red turtle’, 2016), el primero de Studio Ghibli dirigido por un realizador no japonés.
Desde entonces, Takahata redujo sus actividades en la productora sin llegar a anunciar que se retiraba, como sí hizo Miyazaki a finales de 2013, aunque regresara después para dirigir la oscarizada ‘El niño y la garza’ (2023).
La exposición sobre el legendario director japonés permanecerá en la galería de Azabudai Hills hasta el 15 de septiembre.