Una fundición de cobre de hace 3000 años, clave para entender el descubrimiento del hierro

La hematita es un mineral que se usó como fundente por los fundidores de cobre. Su apariencia distintiva pudo haber ayudado a atraer la atención de los mineros y prospectores antiguos. Fotografía facilitada por Erb-Satullo. EFE

Redacción Ciencia, 26 sep (EFE).- Una antigua fundición de cobre de hace 3000 años podría ser clave para aclarar los orígenes del hierro en la transición entre la Edad del Bronce y la del Hierro. Al analizar el sitio, un equipo de científicos cree haber descubierto cómo los antiguos fundidores inventaron el hierro.

La investigación, realizada por la Universidad de Cranfield, en Reino Unido, revela cómo esos primeros artesanos de la fundición experimentaron con rocas ricas en hierro (hematitas) hasta descubrir uno de los metales más importantes de la historia de la humanidad, el hierro.

Para hacer el estudio, el equipo volvió a analizar los restos metalúrgicos de un yacimiento situado en el sur de Georgia, un antiguo taller de fundición de 3000 años de antigüedad llamado ‘Kvemo Bolnisi’.

El lugar fue estudiado en la década de 1950, cuando el territorio formaba parte de la antigua Unión Soviética, y se encontraron pilas de hematita (un mineral de óxido de hierro) y escoria (un subproducto de la producción de metal), lo que hizo pensar que se trataba de un taller de hierro.

Sin embargo, las últimas investigaciones han demostrado que esas suposiciones eran incorrectas y que en lugar de hierro, los artesanos de Kvemo Bolnisi fundían cobre usando hematita como fundente, que se añadía al horno para aumentar el rendimiento de cobre resultante.

El hallazgo respalda una teoría largamente discutida de que el hierro fue inventado por los fundidores de cobre. Esta evidencia muestra que los antiguos metalúrgicos del cobre experimentaron con materiales que contenían hierro en un horno metalúrgico, lo que fue un paso crucial hacia la fundición del hierro.

La importancia del hierro

Aunque la Edad del Hierro marcó los comienzos de la producción generalizada de hierro, el metal en sí no era un descubrimiento nuevo.

Se han encontrado artefactos de hierro datados de la Edad del Bronce, el más famoso es una daga de hierro con un mango de oro y cristal de roca de la tumba del rey egipcio Tutankamón.

Pero los primeros objetos de hierro fueron forjados a partir de hierro que se extraía de meteoritos, no de manera artificial mediante fundición. Esa rareza significaba que el hierro, en ese momento de la historia, era más valioso que el oro pero el desarrollo de la metalurgia extractiva del hierro lo cambió todo.

El hierro es uno de los elementos más abundantes en la Tierra, aunque el hierro metálico natural es muy raro.

La capacidad de extraer hierro de los minerales y trabajarlo para convertirlo en herramientas o armas es una de las transformaciones tecnológicas definitivas en la historia humana y que permitió desde la formación de ejércitos armados de la antigüedad a los ferrocarriles y edificios de la revolución industrial.

Nathaniel Erb-Satullo, arqueólogo de la Universidad de Cranfield, explica que «el hierro es el metal industrial más emblemático del mundo, pero la falta de registros escritos, la tendencia del hierro a oxidarse y la falta de investigación en los sitios de producción de hierro han hecho que la búsqueda de sus orígenes sea un desafío».

«Eso es lo que hace que este sitio en Kvemo Bolnisi sea tan emocionante. Es una prueba del uso intencional de hierro en el proceso de fundición de cobre, lo que demuestra que estos metalúrgicos entendían el óxido de hierro, los compuestos geológicos que eventualmente se utilizarían como mena para la fundición de hierro, como un material separado y experimentaron con sus propiedades dentro del horno».

«Su uso aquí sugiere que este tipo de experimentación por parte de los trabajadores del cobre fue crucial para el desarrollo de la metalurgia del hierro», concluye el arqueólogo.