Una guerrilla, China y EE. UU.: las tierras raras birmanas y su rol en la guerra comercial

Imágenes de archivo del presidente de China, Xi Jinping (i), y del de EE. UU., Donald Trump. EFE/EPA/ Paolo Aguilar / Mohammed Badra ARCHIVO

Bangkok, 22 ago (EFE).- Birmania, sumida en el conflicto, está en el punto de mira de China y EE. UU. por las significativas extracciones en su suelo de tierras raras, minerales esenciales en varias industrias con un papel protagonista en el pulso comercial entre las dos superpotencias.

China, que tiene prácticamente el monopolio global de tierras raras -controla más del 70 % de la producción y casi el 90 % de su refinado-, ha utilizado su dominio sobre estos metales, cruciales en productos como los chips de inteligencia artificial (IA), los vehículos eléctricos o los misiles teledirigidos, para negociar los aranceles con EE. UU., llegando a restringir su exportación en abril.

Aunque Pekín ha vuelto a fomentar su venta, en medio de una tregua en las negociaciones comerciales con Washington -dependiente de China para su suministro-, el arsenal chino está condicionado por lo que sucede en un país vecino: Birmania (Myanmar).

La excavación de tierras raras en territorio birmano, sobre todo en estados nororientales limítrofes con China como Kachin, se disparó a raíz del golpe militar de 2021 en Birmania, cuando los controles impuestos por el depuesto Gobierno democrático por su impacto medioambiental se desvanecieron.

Según el Instituto para la Estrategia y la Política de Myanmar (ISP-Myanmar), el número de complejos mineros activos con tierras raras en Birmania aumentó de 130 en 2020 a más de 370 en 2024.

En paralelo, se disparó su exportación a China, uno de los pocos países en entablar relaciones con el régimen castrense. Entre 2017 y 2024, Birmania exportó unas 290.000 toneladas de tierras raras a China por más de 4.200 millones de dólares, un 85 % de los cuales facturados tras la asonada, indica el ‘think tank’ Centro Stimson.

«Está muy documentado que la producción china de tierras raras viene principalmente de Birmania (…) Suponen más de la mitad del stock de tierras raras que China procesa», dice a EFE Richard Horsey, experto en Birmania de International Crisis Group.

 

La guerrilla Kachin

«Birmania juega un rol clave en el suministro de tierras raras a China, particularmente disprosio y terbio (dos de los 17 elementos así denominados)», apunta a EFE Amara Thiha, colaborador de Stimson.

Si bien China fue garantizando su suministro en el pasado quinquenio, los avances desde octubre de 2024 del Ejército para la Independencia Kachin (KIA) en el estado homónimo y su toma de control de importantes depósitos mineros han supuesto un punto de inflexión a la hora de acceder a los minerales.

«El control de los depósitos por parte del KIA ha complicado las cosas a Pekín», dice a EFE Horsey. «Pero esas reservas son tan vitales para China que no permitirá que el suministro se ponga en peligro», afirma.

China ha mediado en los últimos meses entre el Ejército birmano y el KIA, que busca una mayor autonomía territorial en un conflicto agudizado tras la asonada, para proteger sus intereses en Birmania.

«El Gobierno chino ha urgido al KIA a que acuerde un alto el fuego», afirma a EFE Naw Bu, portavoz del KIA, sin dar detalles sobre el curso de las conversaciones.

 

EE. UU. y elecciones

Mientras, Estados Unidos ha empezado a dar señales de un mayor interés por Birmania y de un cierto acercamiento a la junta.

El presidente estadounidense, Donald Trump, se dirigió al líder golpista, Min Aung Hlaing, en la carta en la que anunciaba en julio una reducción de los aranceles al país del 44 al 40 %, en un inusual reconocimiento del general.

Poco después, Washington eliminaba las sanciones a varios socios de los militares impuestas por la anterior Administración.

Estados Unidos busca abiertamente diversificar su suministro de tierras raras, aunque expertos coinciden en que por ahora tiene poco que hacer en Birmania por las dificultades logísticas y la dependencia del país del comercio con China, entre otros motivos.

«El KIA solo trabaja con compañías chinas, y hasta ahora no ha estado en contacto con otros países sobre asuntos relacionados con las tierras raras», asegura a EFE el portavoz de la guerrilla.

El guerrillero elude contestar si Washington ha intentado mediar en su conflicto con el Ejército, y se limita a subrayar que «la puerta está abierta a hablar», y que deben «considerar cómo esas charlas nos pueden beneficiar».

La situación puede dar un giro. La junta birmana anunció esta semana la fecha en diciembre para unas elecciones apoyadas por China con las que aspira a recuperar legitimidad internacional, si bien son tachadas de farsa por carecer de oposición real.

Por el momento, los expertos no dudan en que es China quien marca los pasos en Birmania, y que serán los acuerdos que allí logre y cómo los utilice con EE. UU. lo que determine el impacto del llamado «oro» del siglo XXI en la guerra comercial.

Paloma Almoguera