Claudio Luca Rosa
Shenzhen (China), 19 sep (EFE).- La inconmensurable Jasmine Paolini le dio a la selección italiana un soplo de aire fresco tras conseguir una gran remontada ante la ucraniana Elina Svitolina por 3-6, 6-4 y 6-4, que manda la eliminatoria al partido de dobles para pelear por un puesto en la final de la Copa Billie Jean King.
Italia, ganadora del torneo en su pasada edición en Málaga (España), tiene ante sí la posibilidad de acceder a su tercera final consecutiva, y lo hará de nuevo con Paolini, acompañada de la veterana Sara Errani, contra las hermanas Lyudmyla y Nadiia Kichenok a continuación.
La número ocho del mundo demostró su carácter y resiliencia en un partido que tenía prácticamente perdido, con 6-4 y 4-2 abajo, con saque para Svitolina, pero al que le dio la vuelta con un tenis valiente y el apoyo de gran parte del público chino.
Si la número 13 del mundo gana a italiana, Ucrania hará historia con su primera final, además de conseguir su única victoria a nivel de selecciones ante las transalpinas, que lideran el cara a cara por 4-0. La ganadora jugará contra el vencedor del Estados Unidos-Gran Bretaña del sábado.
El ritmo del partido fue desde el inicio frenético, con dos jugadoras enchufadas y extremadamente concentradas. Svitolina empezó con un punto más de soltura y tranquilidad, lo que le permitió romper rápido y tomar la iniciativa.
Paolini mantenía el tipo como podía, haciéndose grande en los peloteos cortos pero pequeña en los largos. La ucraniana era lo más parecida a una máquina sin fallos, disciplinada y con un plan claro, que le llevó a ganar el primer set por 6-3 con dos roturas labradas con paciencia.
Ni con un ‘break’ en el primer juego de la segunda manga pudo tomar ventaja la italiana, que no podía vivir tranquila ni un instante ante tanta intensidad. Svitolina jugaba con una tranquilidad y un orden inhumano.
Con el 2-2 en el marcador, el público chino se volvió con Paolini, que retroalimentada por el rugido del estadio empezó a dar más nivel. El partido cambió de un momento a otro y el nivel subió por ambos lados, pero la italiana tenía un punto más de energía y tenis que le valió para ganar el set.
Su juego de fondo mejoró, su derecha corría más y a Svitolina ya no le valía con jugar ordenada. La intensidad de Paolini, unida a la olla a presión del Shenzhen Bay Sports Center, estaba siendo demasiado para la número 13 del mundo.
Gracias a la rotura que consiguió al inicio del set, llevó el partido a donde ella quiso, moviendo al rival por el fondo de la pista y obligándola a golpear siempre fuera de sitio.
Un estado de gracia que se prolongó hasta el final y que le sirvió para cerrar el set por 6-4 y mandar la eliminatoria a la emoción de los dobles. EFE
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