Salamanca, 31 jul (EFE).- El regreso tras ocho años de las emblemáticas Noches del Fonseca en Salamanca se cerró este miércoles con el desgarro de la ‘Medea’ transgresora dirigida por Marta Eguilior, representada por primera vez con el cuarteto de cuerda Seikilos a la vista sobre el escenario.
Con un lleno total, la palabra imponente de Carmen Conesa (Medea) se hizo desde el comienzo con el patio del Colegio Arzobispo Fonseca a través de un texto que, como la música que lo acompaña, es el original del siglo XVIII.
La versión que Marta Eguilior hace de la obra de Georg Benda no puede ser, sin embargo, más contemporánea y singular, acercándose por momentos a la estética de la performance corporal.
La adaptación al espacio ha ofrecido al público salmantino una representación única porque el cuarteto de cuerda ha compartido escenario con los actores, a la vista en todo momento, mientras que en las anteriores estaba oculto hasta el final.
La ausencia de ‘caja negra’ ha supuesto un reto que ha terminado por enriquecer y hacer particular esta ‘Medea’ del Fonseca: con un escenario más desnudo donde el público lo veía todo, también las luces, que juegan un papel clave en esta propuesta.
El armonioso patio del Colegio Fonseca, joya del Renacimiento, es un escenario a cielo abierto, con lo que ello conlleva, y donde el respeto al patrimonio ha sido también clave a la hora de montar la obra.
Este espacio privilegiado de la ciudad ha servido de escenario en las noches de julio a cuatro funciones teatrales, un concierto y un espectáculo de ballet de flamenco, tras ocho años de ausencia, en su trigésima edición y un comentario repetido entre el público es el deseo de que se mantengan de nuevo cada estío.
De Salamanca a Colombia
La ‘Medea’ de Marta Eguilior, una coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y de la Fundación Juan March, hacía dos años que no se representaba, pero después de Salamanca su próximo destino será Colombia este otoño.
La dureza de la historia y de algunas escenas explícitas se compensa en esta versión con la música en directo que la envuelve, sólo con micro de ambiente, en la que se hizo un pequeño guiño a Mozart, quien la alabó en su estreno original, cuando el melodrama era un género aún incipiente.
Una nueva lectura del mito clásico
Eguilior propone una nueva lectura del mito clásico, que fusiona la figura de Medea (la madre que asesina a sus hijos para vengarse de la infidelidad de Jasón, su marido) con el símbolo de Luperca, la loba que amamantó a los fundadores de Roma, Rómulo y Remo.
Música, recitación y gesto, con un dramatismo en las luces muy afinado y eficaz, ponen al espectador frente a una ‘Medea’ que no han visto antes y le invitan a hacerse preguntas sobre cómo se han contado esta y otras historias clásicas de las que aún quedan aristas por explorar.
Cristina García Casado