Barcelona, 22 sep (EFE).- Una súbita crecida de la riera de Mediona, que habitualmente baja seca y que ayer alcanzó los tres metros de altura tras un fuerte aguacero, arrastró el vehículo que intentaba cruzar la zona, causando la muerte de un padre, cuyo cadáver ha sido localizado hoy, y de su hijo de diez años.

Después de que ayer por la tarde se localizara el cadáver del niño, a unos seis kilómetros de donde la fuerte crecida arrastró el vehículo que intentaba cruzar la riera, los Bomberos han hallado hoy el cadáver del padre, de 47 años, medio enterrado entre la vegetación y la tierra.

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha trasladado su pésame a los familiares y amigos de las víctimas y ha insistido en que se deben seguir todas las recomendaciones de Protección Civil y actuar con «mucha precaución y responsabilidad».
La riera que arrastró el coche en el que viajaban padre e hijo es una zona inundable que acostumbra a estar casi seca durante buena parte del año, con agua que llega hasta uno o dos centímetros de altura, aunque ayer, debido al aguacero, tuvo una rápida crecida que alcanzó entre los dos metros y medio y los tres de altura.
Al parecer, el padre decidió cruzar la riera con el coche a pesar de que algunas personas se lo desaconsejaron y se vio sorprendido por la crecida repentina del río, según explicó anoche la consellera de Interior, Núria Parlon.
Sobre las 18:30 horas, un testigo avisó a los servicios de emergencias de que un coche estaba siendo arrastrado por el agua de la riera y de que en su interior viajaban dos personas.
Cuando los efectivos de rescate llegaron al lugar, localizaron a las 19.17 horas el vehículo vacío, por lo que se inició el dispositivo de búsqueda y a las 19.46 horas encontraron el cadáver del hijo.
En declaraciones a los periodistas, el jefe de intervención de los Bomberos, Guillem Amorós, ha explicado que el cadáver del padre estaba medio cubierto por vegetación y tierra a escasos 800 metros del punto en el que empezó a ser arrastrado el coche, mientras que el del hijo fue hallado anoche a unos seis kilómetros de este punto inicial.
El responsable de los Bomberos ha indicado que era «difícil» ver el cuerpo del padre, ya que estaba medio enterrado, aunque ha subrayado que hoy las labores de búsqueda se podían hacer en mejores condiciones que ayer, puesto que debido a la crecida por el aguacero ayer llegaron a bajar 60.000 litros de agua por segundo por la riera, mientras que hoy el nivel ha bajado hasta 130 litros por segundo.
Por su parte, el delegado del Gobierno catalán en la comarca del Penedès, Lluís Valls, ha explicado que ayer no se envió una ES-Alert a los vecinos de la zona afectada por este aguacero porque había una alerta generalizada para toda Cataluña pero no existía un aviso «previsible y concreto» para esta zona.
Más de un centenar de efectivos de los Bomberos de la Generalitat han participado hoy en el dispositivo de búsqueda de este segundo cadáver, que se ha llevado a cabo de forma intensiva por sectores en los primeros seis kilómetros, desde el último punto en que se les vio, en la urbanización Monterrey del municipio de Mediona, hasta Sant Pere de Riudebitlles, donde anoche se localizó el cuerpo sin vida del hijo.
Además, la búsqueda se ha extendido hoy a los 11 kilómetros restantes de la riera de Mediona, hasta llegar al río Anoia.