València, 24 mar (EFE).- El guardameta español Unai Simón reconoció que le dio “rabia” los penaltis que adivinó, e incluso tocó, y no pudo parar tras lograr la clasificación a la Final a Cuatro de la Liga de Naciones este domingo en Mestalla.
“Para eso los analizamos. Para elegir un lado cuando llegue al momento e ir convencido a ese lado. El de Xavi Simons del partido me ha dado mucha rabia porque se ha parado un poquito antes y no me he impulsado bien y no he llegado al balón. El de Van Dijk, sabía que iba largo, me he ido demasiado largo y como le ha pegado muy fuerte no la he orientado bien y el otro se me ha metido por abajo del brazo”, recordó.
El portero del Athletic Club habló en zona mixta tras clasificarse para la Final a Cuatro de la Liga de Naciones con una victoria en penaltis (5-4) en el partido de vuelta de cuartos de final disputado este domingo ante Países Bajos en Mestalla.
“Siempre es mejor tener la tanda de penaltis en casa que fuera, pero no piensas en eso, piensas en el lanzador, en ayudar al equipo, en que éramos los segundos en tirar, que eso también lastra bastante… Tenía que depender un poco más de mí para ir con ventaja en la tanda. Claro que gusta más jugar en casa, pero en ese momento no escuchas nada, estás pensando en cómo vas a hacer la carrera, en el momento de golpeo, en el momento en el que tú tienes que despegar el suelo y se te olvida todo”, reconoció.
Por último, sobre por qué no ha llevado el brazalete, expresó que siendo portero tiene sus desventajas porque no puede hablar con el árbitro y que, hasta que han cambiado a Oyarzabal era él el que se refería al árbitro.
“Luego, como llevamos los mismos partidos Ferran y yo, al jugar en Valencia con su gente, su familia que estaba viéndole… Qué menos que darle el brazalete, por ello, y porque iba a poder hablar con el árbitro”, finalizó.