Logroño, 27 jun (EFE).- Unos 40.000 litros de vino ‘volarán’ en la tradicional Batalla del Vino de Haro (La Rioja), que se celebrará este domingo, 29 de junio, con la asistencia prevista de unos 10.000 participantes, tanto de España como de diferentes países, entre ellos Canadá y Australia, ha afirmado a EFE el concejal de Festejos, Borja Merino.
Merino ha indicado que el Ayuntamiento donará unos 3.000 litros de vino de los alrededor de 40.000 que se prevé que se lancen; mientras que el resto serán aportados por los ‘batalladores’ que subirán a los Riscos de Bilibio, a unos 6 kilómetros de Haro, con la previsión de que este año sean más que en años anteriores al celebrarse en domingo.
En plena festividad de San Pedro, varios miles de personas subirán a arrojarse vino a este espacio natural, que, un año más, será el entorno en el que se desarrolle una ‘batalla’ declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2011 y en la que los participantes utilizan como ‘armas’ botas, cubos, pistolas de agua y todo aquello que permita lanzar vino como ‘munición’.
Una fiesta internacional
Esta tradición cuenta con la participación de “mucha gente procedente de toda España y cada vez más extranjeros”, gracias al “auge de internet y de las redes sociales, con las que se difunde mejor la información y llega a todas partes del mundo”.
«La Batalla del Vino de Haro está cogiendo ese carácter de que es una fiesta muy conocida y muy famosa”, ha indicado Merino, para quien es «una fiesta muy peculiar, que llama la atención, por lo que muchos de sus visitantes repiten”.
“Por cercanía, acude mucha gente procedente del País Vasco y de Castilla y León”, pero también “de toda España”; así como de fuera de este país, con ‘batalladores’ de Canadá, Australia y diferentes zonas de Europa, ha subrayado.
Ha afirmado que no hay datos oficiales respecto al inicio de esta tradición, pero “antiguamente había una romería a los Riscos de Bilibio, hace más de tres siglos, pero no se celebraba la Batalla del Vino como tal”.
Ha precisado que, “según dicen los historiadores, en esas romerías y ante el jolgorio de los almuerzos, hubo una cuadrilla que se empezó a lanzar copas de vino tinto y comentan que esos son los orígenes de la Batalla”.
El día en el que se celebra esta tradición es muy especial para los jarreros porque “es el día grande de las fiestas para estar con la familia y los amigos disfrutando del momento” y, para él, es «un fiestón increíble».