Varios técnicos afirman que las obras en el Poyo habrían reducido los efectos de la dana

La comisión de investigación de Les Corts Valencianes sobre la dana del 29 de octubre en la sesión de este martes. EFE/Manuel Bruque

València, 1 jul (EFE).- Los técnicos que han abierto este martes las comparecencias en la comisión de investigación de Les Corts Valencianes sobre la dana de octubre han asegurado que las obras previstas en el barranco del Poyo habrían reducido los efectos de las inundaciones del 29-O, que dejaron 228 personas muertas y decenas de miles de damnificadas.

Así lo han planteado los ingenieros Javier Machí, actual decano de la Demarcación del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos en la Comunitat Valenciana, y Federico Bonet, exdecano de este organismo y trabajador de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) de 2008 a 2012.

Estos profesionales, junto a un arquitecto urbanista y otro ingeniero, son los primeros en comparecer en esta comisión y serán los únicos que comparecerán antes de las vacaciones parlamentarias de verano. Para esta sesión se había citado a otros dos ingenieros, pero han excusado su asistencia.

Al inicio de la sesión, el síndic socialista, José Muñoz, ha expresado la queja de su grupo porque las comparecencias no se hayan iniciado con las asociaciones de víctimas, algo que también ha lamentado Compromís, mientras que Vox ha considerado «más oportuno» que lo hagan técnicos y el PP ha pedido respeto para las víctimas.

Machí, ingeniero que proyectó las obras del Poyo en 2010, ha considerado que las obras no se han hecho por «falta de voluntad», y ha señalado que siempre encuentran «pegas» de las administraciones cuando presentan proyectos, bien porque no se quieren hacer o porque no es un buen momento.

«No podemos no actuar cuando hay un peligro», ha afirmado este ingeniero, quien se vio afectado por la dana al residir en Algemesí.

Otro de los comparecientes, el ingeniero Federico Bonet, ha defendido que España ha sido una potencia en obras hidráulicas, pero desde principios de siglo ha habido un cambio de mentalidad que reniega de este tipo de actuaciones y ha considerado que «la naturaleza es amable y hay que ser amable con ella».

A su juicio, las obras hidráulicas son necesarias porque «nos protegen», como lo ha hecho el Plan Sur de València -el nuevo cauce del Turia antes de entrar en la capital-, que ha evitado la inundación de la práctica totalidad de la ciudad, o la presa de Forata, «que redujo a la mitad la avenida que llegó desde Utiel» a través del Magro.

«En el barranco del Poyo no había ninguna actuación y ya sabemos lo que ocurrió», ha dicho Bonet, quien también ha considerado que debería haber «más coordinación y más fluida» entre los miembros del Cecopi.

Las obras para el barranco del Poyo se proyectaron en 2010 y obtuvieron la declaración de impacto ambiental favorable en 2011, pero esta caducó seis años después debido a que no se ejecutaron.

Preguntado por la no ejecución de estas obras, Bonet ha indicado que con la situación económica que atravesaba España en 2012, con «el presupuesto intervenido», entiende que no era el momento, pero también cree que no se puede estar «veinte años sin hacer ninguna actuación».

El último en comparecer durante la sesión de la mañana ha sido el arquitecto urbanista Julio Gómez-Perretta, hijo de uno de los impulsores del nuevo cauce del Turia, quien ha coincidido en la importancia de acometer las obras hidráulicas necesarias porque, según ha advertido, «o hacemos esas obras o estamos condenados a repetir esta dana de forma periódica».