Caracas, 15 sep (EFE).- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, manifestó este lunes que su país ejerce el «legítimo derecho a la defensa» ante las que califica como «amenazas» y «acechanzas» de Estados Unidos, que mantiene un despliegue militar en el Caribe, aunque expresó su confianza en la diplomacia y en la comunicación para evitar una «gran guerra» en la región.
«Venezuela ejerce el legítimo derecho a la defensa y lo ejercemos plenamente, no es una tensión, es una agresión en toda la línea, una agresión judicial cuando nos criminalizan, es una agresión política con sus declaraciones amenazantes diarias, es una agresión diplomática y es una agresión en camino de carácter militar», sentenció el jefe de Estado en una conferencia de prensa con medios internacionales, la segunda que ofrece este mes.
Maduro reiteró que la nación petrolera está en una fase de «lucha no armada», pero, advirtió, si «fuera agredida por el imperio estadounidense», pasaría «inmediatamente» a la «lucha armada».
«Ejerceríamos las acciones armadas en las localidades, en las regiones y en los lugares donde fuera necesario para enfrentar al grupo mercenario o al grupo yanqui (estadounidense) invasor», anticipó el líder chavista, tras confirmar que 2,5 millones de militares y milicianos se desplegaron el pasado jueves, como parte de un plan de defensa por «la paz y soberanía».
Para el jefe de Estado, el despliegue militar estadounidense no se trata de un combate al narcotráfico, como asegura Washington, sino de un plan para provocar un «cambio de régimen» y sacar al chavismo del poder.
EE.UU., prosiguió, busca «imponer un Gobierno títere» en Venezuela y «apoderarse del petróleo» y otras riquezas naturales de esta nación.
En ese sentido, advirtió que Washington pretende «controlar a corto, mediano y largo plazo la reserva petrolera más grande del planeta», con el fin de «torcerle el brazo a todos los países» de la alianza OPEP+.
Detener «una guerra»
No obstante, Maduro dijo creer que «las medidas de disuasión, persuasión, diplomáticas, políticas y de comunicación han funcionado».
Como prueba, señaló que el denunciado abordaje el pasado viernes por parte de EE.UU. de una embarcación venezolana con pescadores que estaban en aguas del país «es el primer incidente que hay de todo lo que ellos han anunciado» en «estos 35 días de amenazas de guerra».
Maduro, a quien EE.UU. no considera un presidente legítimo, propuso celebrar «con carácter de urgencia» una conferencia especial por la «soberanía y la paz» en la región, lo que afirmó haber planteado en una carta a su homólogo colombiano, Gustavo Petro.
Esta iniciativa, indicó, también se ha «enviado a varios presidentes de América Latina y el Caribe» y busca, explicó, que la Celac «asuma la conducción de un proceso intenso de conversaciones y diálogos para hacer la valer la declaratoria» de la región como zona de paz».
Y con EE.UU., insistió en que las conversaciones «no están en cero», pero sí «deshechas», y señaló que su Administración tiene una comunicación «mínima» con el encargado de Negocios interino de la Oficina Externa estadounidense en Colombia, John McNamara, enfocada en el retorno de migrantes deportados.
Acciones cuestionadas
En la conferencia de prensa, el mandatario calificó de «bochorno» el reciente abordaje por parte de un «grupo de 18 marines fuertemente armados» de una embarcación que, aseguró, hacía labores de pesca en «aguas de jurisdicción venezolana», todo esto, subrayó, para «buscar un incidente militar».
Asimismo, sobre el ataque con misiles, el pasado 2 de septiembre, contra una embarcación «supuestamente venezolana» en el Caribe, dijo que Trump, tiene que investigarlo, debido a que considera que aún hay dudas sobre esta operación, mientras que las averiguaciones en Venezuela, afirmó, están «en curso», y espera que finalicen «para poder dar los resultados».
En este contexto, Maduro denunció que la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, tiene supuestos planes de ataques contra el país, algo que negó la funcionaria.
EE.UU acusa a Maduro de liderar el denominado Cartel de los Soles, señalado por EE.UU. como una organización terrorista presuntamente ligada al narcotráfico, que ha sido motivo de la movilización militar en el Caribe y del aumento a 50 millones de dólares de la recompensa por información que permita la captura del chavista.
Trump anunció que su país derribó este lunes una lancha en el mar Caribe que transportaba presuntamente a tres narcotraficantes venezolanos, un ataque que se suma al del pasado día 2, en el que murieron, según EE.UU., once presuntos miembros de la banda criminal Tren de Aragua.