Veterinarios advierten de los daños en las mascotas ante la llegada del calor extremo

Una bañista con sus mascotas en una playa de perros. EFE/Alejandro García

Madrid, 25 jun (EFE).- Jadeo extremo, fatiga inusual, salivación excesiva, vómitos o diarrea y encías y lengua de color rojo o azul -lo que indica falta de oxígeno- son algunos de los síntomas de sufrimiento de perros y gatos con el calor extremo, han advertido expertos en veterinaria ante el aviso de elevadas temperaturas.

La Agencia Estatal de Meteorología ha alertado este miércoles de la llegada de una masa de aire muy cálido que en los próximos días dejará calor intenso con máximas de más de 40 ºC y que, según un comunicado de las clínicas veterinarias AniCura, en el caso de las mascotas supone que estarán «especialmente en riesgo» debido a que perros y gatos poseen un sistema de regulación térmica diferente al humano, lo que les hace «más vulnerables al calor y al frío extremo».

En el caso del calor, «es fundamental la hidratación constante» y por ello es recomendable «llevar un botella de agua y un cuenco portátil para ofrecer agua en todo momento» a las mascotas, además de mantenerlas en un ambiente fresco y sombreado «y por supuesto, evitar dejarlas en un coche estacionado, aunque sea por un período corto».

Además, los paseos hay que llevarlos a cabo en las horas más frescas del día, dar baños refrescantes de manera regular y tener en cuenta que el calor que desprende el asfalto puede quemar o irritar sus patas.

Otro factor que ayuda es la alimentación, porque una dieta adecuada en verano «ayudará a prevenir problemas de salud como son la deshidratación o un golpe de calor» y contribuye a mantener sus niveles de energía y bienestar general.

En ese sentido, recomienda el aporte de productos frescos y naturales bien lavados, como frutas (arándanos, peras, melones, kiwis, entre otros) o vegetales (espinacas, guisantes, zanahoria o brócoli).

Durante las vacaciones, hay que añadir otras precauciones como el aporte de agua y sombrilla en la playa, además de vigilar que la mascota no ingiere demasiada agua salada -que puede provocar vómitos o diarrea- y que no se hiere en las zonas rocosas donde haya conchas o espinas.

En el caso de viajes a la montaña «es crucial llevar un botiquín de primeros auxilios» y, en recorridos de senderismo, conocer bien la condición física del animal y utilizar correas cortas para evitar que se enreden en ramas o plantas.