Mercedes Martínez
Córdoba, 6 jul (EFE).- Cuando el próximo 29 de agosto la plataforma Netflix estrene su serie ‘Dos tumbas’ será la puesta de largo de un actor cordobés, que entonces tendrá 9 años recién cumplidos, y que comenzó hace dos como modelo de ropa infantil.
Entre saltos y carreras llega Víctor Bonilla, acompañado de Vicente, su padre, a la entrevista con EFE en la que lo primero que reconoce es que lo que más le gusta de ser actor es tener que interpretar a otras personas, aunque lo de aprenderse los guiones es «lo peor, porque a veces son muy largos».
En ‘Dos Tumbas’ Víctor Bonilla encarna el personaje de hijo del actor Álvaro Morte, un papel con el que el joven artista está encantado, tanto por el trato que ha recibido por parte de él y de todo el equipo, como por lo que significa aparecer junto a un intérprete de primer nivel.
Se trata de una miniserie de tres episodios creada por Agustín Martínez y con guiones de Jorge Díaz y Antonio Mercero, producida por Sábado Películas y cuenta también con Kike Maíllo como productor ejecutivo y director de un de los episodios.
Cuenta la historia de dos adolescentes que desaparecen en extrañas circunstancias, aunque la falta de pruebas y sospechosos terminan haciendo que el caso se dé por zanjado. Dos años después, la abuela de una de ellas decide tomarse la justicia por su cuenta e inicia su propia investigación al margen de la ley para sacar la verdad a la luz.
Para Víctor, que cambia radicalmente su pose cuando tiene una cámara enfrente, el meterse en la piel de su personaje ha sido «muy fácil, sólo tenía que concentrarse».

Buen estudiante

Recién acabado tercero de Educación Primaria, con «notas muy buenas, todo 8 y 9», señala con una gran sonrisa Víctor Bonilla, asegura que de mayor sigue queriendo ser actor, por ahora, lo que más le gusta, mientras que su asignatura favorita es la Educación Física.
Sus padres, que se alternan para acompañarlo en sus compromisos, y sus profesores que le «ayudan mucho», son los pilares en los que se ha apoyado para tener sus buenos resultados académicos y que no se note en ellos sus ausencias para los cástines y los días en los que ha tenido que rodar.
A la espera de los resultados de las pruebas que ha hecho para una película, encara el verano como cualquier niño de su edad con ganas de irse a la playa de vacaciones y de compartir juegos con sus otros dos hermanos.
Vicente Bonilla, el padre de Víctor, confiesa que es «un gran sacrificio» el que les supone los cástines y grabaciones del actor: «Pero como vemos que le gusta y que está muy entusiasmado, pues lo hacemos con gusto».
Tanto su madre como él tienen que «hacer malabarismos» con sus trabajos» porque a veces ocurre como con ‘Dos Tumbas’, que en principio iba a rodar durante tres días y al final le dieron más planos y fueron cinco.
Víctor, señala su padre, «estaba encantado de viajar y de ir a los hoteles» porque rodó en Barcelona, Frigiliana y Málaga.
Desde muy pequeño «tendría dos o tres años» ya le gustaba posar y desfilar, lo que les llevó a sus padres a interesarse por ese mundo y con 6 años posó para el catálogo de ropa infantil Rahigo.
A raíz de esta experiencia, explica el padre de Víctor, lo apuntaron a una agencia que los llamó para el castin de la serie y ahora están a la espera de que los llamen para ver otro que hizo hace poco.
Y así seguirán mientras «la ilusión y las ganas de Víctor sigan intactas». EFE
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