Granada, 16 jun (EFE).- Una investigación liderada por el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) ha vinculado la inclinación del eje de rotación de Marte, que ha cambiado a lo largo de la historia, con la pérdida de agua del planeta rojo, que aunque ahora es árido tuvo ríos, lagos y hasta océanos.
Aunque Marte es en la actualidad un planeta árido con unas condiciones de presión y temperatura que impiden que el agua líquida exista en su superficie, los indicios geológicos y mineralógicos apuntan a que en un pasado remoto tuvo hasta océanos.
Un nuevo estudio liderado por el IAA-CSIC ha analizado el papel de la oblicuidad -la inclinación del eje de rotación del planeta- en la pérdida de hidrógeno, y por tanto de agua, en la atmósfera de Marte a lo largo del tiempo.
«Para comprender el estudio hay que tener en cuenta que la oblicuidad de Marte ha cambiado mucho a lo largo de su historia», ha explicado la investigadora del IAA-CSIC que colidera el trabajo, Gabriella Gilli.
Ha añadido que el modelo climático tridimensional desarrollado por el Instituto de Astrofísica sugiere que, durante periodos de alta oblicuidad, la tasa de escape pudo ser hasta cerca de veinte veces superior a la actual.
Los resultados del trabajo, que publica la revista científica Nature Astronomy, apuntan que parte del agua perdida de Marte podrían estar atrapada bajo su superficie en forma de hielo o integrada en minerales hidratados.
«Si reuniéramos toda el agua presente en Marte hace entre 3 y 4 mil millones de años, obtendríamos un océano global de más de cien metros de profundidad», ha apuntado el investigador del IAA-CSIC y coautor principal del estudio, Francisco González-Galindo.
Otra fracción del agua de Marte se ha perdido en el espacio a través de un proceso conocido como escape atmosférico, en el que átomos y moléculas adquieren la energía suficiente para superar la atracción gravitatoria del planeta y escapar al medio interplanetario.
El estudio ha explorado la relación entre la oblicuidad de Marte y la pérdida de agua a lo largo del tiempo, y ha revelado que durante los periodos en los que la inclinación del eje alcanzaba valores elevados, aumentaba la insolación en los polos.
El equipo investigador ha estimado que la pérdida de hidrógeno durante periodos de alta oblicuidad podría explicar la desaparición de una cantidad de agua equivalente a un océano global de unos 80 metros de profundidad.
La herramienta clave empleada en este estudio, el modelo climático global de Marte (Mars Planetary Climate Model, Mars-PCM), fue desarrollada inicialmente por el Laboratoire de Météorologie Dynamique de París, en colaboración con otras instituciones internacionales.
Desde hace más de dos décadas, el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) participa activamente en su desarrollo y optimización y ha incorporado mejoras fundamentales que han permitido alcanzar estas conclusiones.