Pamplona, 1 sep (EFE).- La Vuelta se tomó el primer respiro después del paso por Italia, Francia y Andorra y 9 días de competición que, si bien aún no han decidido nada, han dejado al danés Jonas Vingegaard (Visma) como patrón de la carrera, aún más reforzado por la confirmación de la crisis interna en el UAE, ya que el equipo anunció que Juan Ayuso dejará la formación este año.
El doble ganador del Tour marcó territorio en Valdezcaray ante sus rivales directos, y además permitió que el noruego Torstein Traeen mantuviera de manera provisional el maillot de líder. El nórdico, segundo en el Tour, descansó ante la temible semana que incluye el Angliru con enorme confianza. Le avalan su dulce estado de forma y la manera de llevar el control de la carrera.
Manda Vingegaard, nubes negras en el pelotón español
Sin estridencias, sin golpes de K.O, la Vuelta apenas tuvo pulso competitivo en su primera semana. La montaña más esperada, en Andorra y Cerler, no movió a los hombres de la general. Eso si, hundió a Juan Ayuso, fuera de concurso por el podio, a pesar de su triunfo en Cerler tras la pifia de Pal.
Ayuso, señalado por su jefe de filas, el portugués Joao Almeida, quien se sintió «solo» en el ascenso a Valdezcaray, puso las cartas sobre la mesa, al igual que el UAE, al anunciar ambas partes el divorcio a final de temporada. Una crisis anunciada en plena Vuelta que debilita las opciones de Almeida, sin equipo de garantías y ahora con esta polémica interna.
Traeen, un noruego que superó un cáncer testicular en 2022, disfruta de ‘la roja’ en su día el asueto. Nunca se imaginó al frente de una grande, pero ahora vive un sueño. Tampoco imaginó que en Valdezcaray el Visma de Vingegaard se pusiera a su servicio para evitar, precisamente, que el danés se enfundara el maillot de líder. No era el momento.
Así que Traeen encabeza la Vuelta. Le sigue Vingegaard a 37 segundos. A partir de ahí, el danés mantiene a raya a sus enemigos más directos. El UAE se ha llevado 3 etapas, pero su líder, Joao Almeida, se encuentra a 38 segundos del líder ‘de facto’. Tom Pidcock es cuarto a 58. A partir de ahí las diferencias ya son apreciables, por encima del minuto y medio.
El top 10 se aprieta en diferencias cortas, y ahí se incluyen Felix Gall, Giulio Ciccone, Lorenzo Fortunato, Matteo Jorgenson, Jay Hindley, Giulio Pellizzari y el colombiano Egan Bernal, undécimo a 2:55 del maillot rojo. En el panorama español, más nubes que claros. El primer ciclista nacional es Marc Soler, duodécimo a 3:04, y el siguiente Raúl García Pierna, decimocuarto a 3:39. Ayuso está a más de media hora, ahora con la duda de si llegará a Madrid. Sin comentarios.
Queda mucha Vuelta, sin duda, y terreno para las sorpresas, pero todo apunta a que el papel de Tadej Pogacar y el UAE en el Tour de Francia lo van a interpretar en la Vuelta Vingegaard y el Visma. El danés, sin el esloveno, es el mejor, el más poderoso, y el pronóstico para ponerse la roja en Madrid lleva su nombre. Además, los problemas en el seno del UAE van a favor del máximo favorito.
Angliru y La Farrapona, puntos claves de la segunda semana
La Vuelta a España del 90º aniversario y la 80ª edición recobra la actividad en Navarra con la décima etapa, que será un constante sube y baja con meta en Larra Belagua, una cima donde ganó en 2023 el belga Remco Evenepoel.
El viaje por el norte seguirá en Euskadi coincidiendo con el paso del ecuador. Con salida y meta en Bilbao llegará una interesante ‘clásica’, donde aguardan el Balcón de Bizkaia, un doble paso por el Vivero y el Pike Bidea antes de la meta en la ciudad vizcaína.
En Cantabria el duodécimo capítulo unirá Laredo con Corrales de Buelna, jornada nerviosa con el paso por Las Alisas (2a) y el ascenso a la Colada de Brenes (1a, 7 km al 7,9). Será la antesala de un momento clave: la montaña asturiana.
Para los supersticiosos, la decimotercera llega al Angliru, ‘El Olimpo del ciclismo español’, ya un lugar de culto, cuyo nombre transmite temor por sus 12,4 kilómetros de subida y rampas de hasta el 25 por ciento. Desde Cabezón de la Sal será el segundo trayecto más largo, 202 kilómetros. Antes del coloso, La Mozqueta (1a, 6,3 km al 8,4) y El Cordal (1a, 5,6 km al 8,8). Etapa reina.
Después del Angliru, corto viaje, pero explosivo, entre Avilés y La Farrapona (1a, 16,9 km al 5,9). Otro examen por todo lo alto con las subidas previas al Alto del Tenebreo (3a) y San Lorenzo (1a), antes de avistar desde la meta los Lagos de Somiedo.
Al segundo descanso se llegará tras el paso por Monforte de Lemos, con media montaña que podría ser peligrosa.
No sólo dependerá de la montaña, sino de la actitud y la estrategia del pelotón para que la Vuelta cumpla su objetivo y sueño organizativo, que haya espectáculo diario y emoción hasta el último kilómetro. Después quedará una última semana con un cronómetro y una Bola del Mundo para coronar al ganador en Cibeles. EFE
Carlos de Torres