Vinícius, una suplencia inesperada, reacción inmediata y rebeldía

El delantero del Real Madrid Vinicius Junior (d) celebra tras marcar el tercer gol, durante el partido de LaLiga de fútbol que Real Oviedo y Real Madrid han disputado este domingo en el estadio Carlos Tartiere. EFE/Paco Paredes

Madrid, 25 ago (EFE).- Cero goles y cero asistencias en sus cinco partidos anteriores. Sin incidencia en el juego ofensivo del Real Madrid. Visiblemente cansado en una temporada eterna en el Mundial de Clubes. Corto de forma tras una pretemporada exprés. En Oviedo, tras una suplencia inesperada, Vinícius despertó de su letargo. Reacción inmediata. Gol, asistencia y rebeldía.

«Ha entrado muy bien y ha sido decisivo», ensalzó Xabi Alonso, que había dado un golpe de autoridad en el Carlos Tartiere con gran resultado. Horas después de ser preguntado por intocables en la víspera y demostrar que las reglas del juego han cambiado respecto a Carlo Ancelotti. Con las estrellas y los noveles.

De «la mili» que tenían que recorrer los jóvenes valores para ser titulares en el Real Madrid, a la titularidad del argentino Franco Mastantuono con poco más de una semana en el equipo y 18 años recién cumplidos. Lanzando un mensaje a todos sus jugadores con decisiones deportivas. Los quiere enchufados. No entiende el grupo dividido entre titulares y suplentes.

Así llegó una apuesta sorprendente de Xabi Alonso. Vinícius, sin molestias musculares ni cansancio acumulado en el segundo partido de la temporada, con cinco días de distancia del primero, al banquillo. Su compatriota Rodrygo Goes, de no tener un solo minuto en el estreno liguero, a la titularidad. «Son decisiones pensando en el equipo», explicó Xabi, que quiere armonía.

El nuevo técnico madridista no profundizó con Vinícius Jr. tras el partido. Orgulloso del crecimiento en el juego de su equipo según asimila nuevos conceptos. La personalidad con balón en un dominio abrumador, el ritmo de la posesión, el robo en campo contrario, la intensidad del bloque y la presión. Una «buenísima actitud jugando como un equipo».

Ahí ha logrado conectar a Kylian Mbappé desde el inicio. Más involucrado el francés, realizando esfuerzos que antes ahorraba. Y lanzó un mensaje a ‘Vini’. Su decisión no respondía a un manual como técnico y no será una costumbre. Dependerá del partido, además del nivel de carga cuando el calendario apriete con tres encuentros por semana. El técnico tolosarra necesita a todos y perder tan rápido un valor como Rodrygo no era beneficioso para ninguna de las partes.

A la espera de lo que ocurra la última semana de mercado, Vinícius captó el mensaje. Tiene competencia y es Rodrygo, que regresa a su demarcación natural en la banda izquierda. La derecha tiene candidato nuevo con Mastantuono, además de Brahim Díaz y Jude Bellingham cuando se recupere del hombro operado.

Y la respuesta de Vinícius no tardó en llegar. Extramotivado saltó al Carlos Tartiere, sorprendido y a la vez molesto con el recibimiento de un sector de la grada. En un estadio donde nunca había jugado encontró animadversión. Cánticos llamándolo «tonto», balones de playa. Lo que faltaba para recuperar al jugador que se había ido apagando desde que perdió el último Balón de Oro cuando lo sintió ganado.

Estuvo en todo ‘Vini’. Amonestado por dejarse caer dentro del área rival, mordiendo en labores defensivas, robando y siendo generoso con Mbappé en el tanto que sentenciaba el duelo, el segundo del francés. Y encontrando el premio a su reacción con su gol en el tiempo añadido.

No marcaba desde el 27 de junio con el Real Madrid y su último gol en LaLiga lo hizo el 5 de abril. El día en el que de forma definitiva el equipo de Ancelotti se despedía de cualquier opción por LaLiga al caer ante el Valencia en el Bernabéu con la mente en la Liga de Campeones. Un total de siete jornadas ligueras sin gol a las que puso fin el astro brasileño.

La rebeldía llegó con su respuesta a los que se mofaron en la grada. La mano a la oreja para escucharlos tras sus acciones decisivas, el gesto de ‘a Segunda’ con las manos. Hasta Mbappé tapó la boca a su compañero en una celebración para evitar que se pudiese entender cualquier cosa que dijese en el momento. Es la parte de ‘Vini’ que prometió cambiar pero no logra modificar en los terrenos de juego.

Roberto Morales