Estrasburgo (Francia), 10 sep (EFE).- La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, endureció este miércoles el tono contra Israel al proponer la suspensión parcial del acuerdo de asociación de la UE con este país, al tiempo que apeló a la unidad de su mayoría proeuropea y a no dejarse llevar por las divisiones y la parálisis.
«¿Tiene Europa lo que hace falta para pelear? ¿Tenemos la unidad, la sensación de urgencia, la voluntad política y la capacidad de compromiso? ¿O queremos simplemente pelearnos entre nosotros y que nos paralice nuestra división?», urgió Von der Leyen en el Debate del estado de la Unión Europea.
Ante un hemiciclo dividido entre las ausencias de buena parte de la extrema derecha y un bloque progresista vestido de rojo para denunciar la situación en Gaza -incluyendo a su propia vicepresidenta, Teresa Ribera-, Von der Leyen subrayó su apelación a «la unidad entre países, entre instituciones y las fuerzas democráticas proeuropeas».
Una unidad que, reconoció, será difícil de conseguir de cara a una de las propuestas más relevantes que ha puesto sobre la mesa en su discurso de hoy: la suspensión parcial del acuerdo de asociación entre la UE e Israel en lo relativo al comercio y las sanciones a ministros extremistas del Gobierno israelí y a los colonos violentos.
«La Comisión hará todo lo que pueda por su parte. Soy consciente de que será difícil encontrar una mayoría y de que cualquier cosa que hagamos será demasiado para algunos y demasiado poco para otros. Pero todos tenemos que asumir nuestra responsabilidad», dijo Von der Leyen.
No es la primera medida que propone Bruselas después de que sus servicios diplomáticos determinasen que hay indicios de violaciones del derecho internacional en Gaza, pero la idea inicial de suspender parcialmente la participación de Israel en el programa de investigación científica de la UE ha chocado de frente con la imposibilidad de reunir el consenso necesario entre los gobiernos europeos.
A la alemana le será más fácil encontrar un frente unido en mantener el apoyo a Ucrania y las sanciones a Moscú: en el pleno, se encontró con una ovación cerrada al condenar la «imprudente» incursión con drones rusos en territorio polaco de esta madrugada y propuso asignar 6.000 millones de euros del mecanismo con los beneficios extraordinarios que generan los activos rusos inmovilizados para una «alianza de drones con Ucrania».
En el frente económico, Von der Leyen insistió en reforzar la independencia de la industria europea, particularmente las inversiones en tecnología limpia y digital y los criterios de fabricación europea (el «made in Europe») y propuso que Bruselas aporte 1.800 millones de euros a capital para impulsar la producción de baterías, dispositivos clave para otras tecnologías limpias.
En el capítulo comercial, la alemana defendió el criticado pacto con Estados Unidos para evitar la furia arancelaria de Donald Trump y, aunque dijo entender las «reacciones iniciales» que suscitó el pacto por ser desequilibrado para la UE, justificó que permite evitar el «caos» y salvar una relación comercial, la transatlántica, de la que dependen millones de puestos de trabajo.
Por otro lado, Von der Leyen anunció que antes de final de año un panel de expertos le asesorará sobre las medidas que pueda adoptar la UE para proteger a los menores en las redes sociales y, en este sentido, dijo que está prestando atención a la prohibición que ha impuesto Australia a los menores de 16 años.
«Al igual que en mi época, como sociedad, enseñamos a nuestros hijos que no podían fumar, beber ni ver contenido para adultos hasta cierta edad, creo que es hora de que consideremos hacer lo mismo con las redes sociales», dijo la presidenta de la Comisión, quien aseguró que abordará la cuestión «con cuidado».
La mayoría proeuropea, al borde del abismo
La llamada de Von der Leyen a mantener la unidad se encontró casi inmediatamente con la realidad de un hemiciclo crítico con su gestión y en el que la mayoría proeuropea ya no es el pilar inamovible que solía ser, con los líderes de ambos grupos mayoritarios enzarzados en una pelea verbal en sus turnos de réplica a la alemana.
«Has cuestionado públicamente el acuerdo con EE.UU., no sabéis si (los socialistas) lo apoyaréis o no. Este comportamiento es lo que está dividiendo a la plataforma (proeuropea), esto es lo que perjudica a la agenda europea», criticó el líder popular, Manfred Weber.
Weber remarcó la diferencia entre el socialismo del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el de la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, que pese a compartir familia política con el español es rupturista con los postulados tradicionales de los socialdemócratas en áreas como la migración.
«Espero que no veamos la realidad política española extendiéndose a Europa (…). Europa no necesita otra pelea ideológica en el centro, necesitamos soluciones», añadió.
Inmediatamente le contestó la líder socialdemócrata, Iratxe García, que contraatacó diciéndole a Von der Leyen que «su mayor enemigo» para sacar adelante la agenda proeuropea es el propio Weber.
«Usted ha hecho todos los esfuerzos posibles hoy por intentar traer aquí un programa de trabajo donde todas las fuerzas políticas proeuropeas nos sintiéramos representados. ¿Sabe quién es el responsable de que esa alianza proeuropea no funcione en este Parlamento? Se llama Manfred Weber, se llama Partido Popular Europeo», acusó García.