Estrasburgo (Francia), 9 oct (EFE).- La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, superó este jueves dos nuevas mociones de censura ante el Parlamento Europeo, una de la izquierda y otra de la ultraderecha, que se quedaron muy lejos del apoyo de dos tercios de los votos emitidos que necesitaban para salir adelante
La moción presentada por los Patriotas por Europa logró 179 votos a favor, 378 en contra y 37 abstenciones, mientras que la de la Izquierda logró 133 a favor, 383 en contra y 78 abstenciones. Para prosperar, hubieran necesitado 396 votos favorables de los 594 emitidos.
Ambas mociones criticaban la gestión por parte de la Comisión Europea del acuerdo con Estados Unidos para evitar la guerra arancelaria y el pacto comercial del bloque comunitario con el Mercosur, mientras que la moción de la Izquierda ponía el foco además en la inacción de la Unión Europea en Gaza.
El instrumento de la moción de censura, que sólo se había usado doce veces desde 1972 hasta antes de este pasado verano, ha ganado popularidad en los últimos meses. Von der Leyen acumula ya tres intentos de hacer caer a su equipo después de las dos iniciativas de esta semana y de que en julio un eurodiputado ultraconservador presentara otra moción.
Los respectivos 378 y 383 votos en contra de las mociones de censura de este jueves suponen un bálsamo para la jefa del Ejecutivo comunitario, ya que son en torno a una veintena más que los 360 que rechazaron (mostrando así un apoyo implícito) la moción de censura de julio.
Además, la moción de los Patriotas por Europa ha conseguido sólo cuatro votos a favor adicionales (179) respecto al intento ultraconservador (175) de hacer caer a la Comisión Europea en verano, una iniciativa que partía de un eurodiputado de un grupo menos numeroso y sin respaldo oficial de la cúpula de su familia política.
Una decena de diputados de los grupos que teóricamente sostienen el mandato de Von der Leyen (populares, socialdemócratas y liberales) y la delegación italiana de la Izquierda, el Movimiento 5 Estrellas, votaron a favor de la moción de la ultraderecha.
Otros seis diputados de la «coalición Von der Leyen» hicieron lo propio en la moción de la Izquierda, que también apoyaron 52 diputados de los tres grupos ultraconservadores y de extrema derecha (entre ellos, por ejemplo, la AfD alemana) y 23 no adscritos a ninguna familia política. Vox, por su parte, señaló que no iría con la Izquierda «ni a firmar una herencia».
Von der Leyen, que no estuvo presente en el hemiciclo este jueves, sí acudió a la Eurocámara acompañada de su equipo de comisarios el pasado lunes para defender su gestión y lo hizo con un tono más conciliador que el que usó el pasado julio.
Aunque no entró en la sustancia de las críticas de sus oponentes por los pactos comerciales o la situación en Gaza, la alemana volvió a insistir en la necesidad de que las fuerzas proeuropeas se mantengan unidas ante amenazas externas y ofreció diálogo a quienes tienen preocupaciones «legítimas».
Tras el voto, el eurodiputado de Vox Jorge Buxadé señaló que, aunque la moción de los Patriotas haya fracasado, su familia política «es el futuro de Europa» y consideró la legislatura de Von der Leyen «totalmente acabada» junto a la «derrota y división del bipartidismo».
«Tenemos cinco años por delante para dar un cambio total a la política de esta Unión Europea (…). Hay tantos motivos para poner en la moción a Ursula von der Leyen que podríamos poner una cada dos meses, que es el único límite que creo que se nos establece. Pero nosotros somos un partido serio», apuntó.
Por su parte, el eurodiputado de los Comuns Jaume Asens -que ha firmado y apoyado la moción de la Izquierda- reconoció que sabían que el intento de derribar la Comisión no iba a salir adelante y que «no todas las batallas se libran para ganarlas».
«Hay batallas que se libran para no ser cómplices, para mantener viva la decencia en medio de la barbarie y para dejar constancia de que la deriva autoritaria de la Comisión se produce sin nuestro consentimiento», señaló Asens.
El diputado de los Comuns dijo que su objetivo firmando la moción era «dejar constancia» de su opinión y que no pareciera que la única oposición de Von der Leyen venía de la extrema derecha, pero descartó sumarse a más iniciativas similares por el momento.