Vox esgrime la información sin censura en su no a regular el periodismo parlamentario

Congreso de los Diputados, situado en la Carrera de San Jerónimo. EFE/Mariscal

Madrid, 3 jul (EFE).- Vox esgrime la defensa del derecho fundamental a recibir información sin censura como argumento principal para rechazar totalmente la reforma del Reglamento del Congreso planteada por el PSOE y sus socios para regular la actividad de los periodistas parlamentarios.

En su enmienda a la totalidad a la reforma, que será debatirá por el pleno el próximo martes, 8 de julio, el grupo de Santiago Abascal justifica su oposición en la salvaguarda de los derechos fundamentales recogidos en el artículo 20 de la Constitución.

Especialmente, el derecho a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión y el impedimento de restricción de este derecho mediante algún tipo de censura previa.

La reforma del PSOE y sus socios de investidura propone que la Mesa del Congreso regule el procedimiento para conceder y renovar acreditaciones a los medios de comunicación teniendo en cuenta criterios como el respeto al «derecho a la información veraz y el buen funcionamiento de la cámara», tras varios episodios de «intimidación» y «faltas de respeto» por parte de personas acreditadas.

Además, plantea hasta 17 tipos de infracciones por faltas de respeto o por incumplimiento de las reglas de cortesía parlamentaria en el Congreso por parte de las personas acreditadas como prensa, con la posibilidad de suspender temporalmente la credencial o incluso retirarla del todo en los casos más graves.

Para Vox, la proposición de ley busca «purgar» a los periodistas que el Gobierno de Pedro Sánchez considerá «desafectos, según palabras de su portavoz parlamentaria, Pepa Millán.

El diputado Alberto Rodríguez ya advirtió también el pasado 20 mayo en el debate de toma en consideración de la iniciativa que la regulación de la actividad periodística es una «extralimitación» por parte del Congreso y avanzó que su formación no iba a participar en un «aquelarre» para intentar acallar a quienes denuncian las «miserias y vergüenzas» del Gobierno.

Además de rechazar esta nueva regulación para los periodistas, Vox aprovecha su enmienda a la totalidad con texto alternativo para introducir las reivindicaciones que viene haciendo relacionadas con el funcionamiento de la actividad parlamentaria.

Entre ellas, figuran la garantía de la publicidad de los informes de los letrados de las Cortes sobre la tramitación de iniciativas legislativa y la necesidad de acompañar de informes las proposiciones de ley de los grupos que sostienen al Gobierno.

También incluye el uso obligatorio de la lengua española en el ejercicio de la actividad parlamentaria y que la fórmula para prestar el acatamiento a la Constitución, de tal modo que la respuesta de los nuevos diputados a la pregunta «¿Juráis o prometéis acatar la Constitución» sea exclusivamente «Sí, juro» o «Sí, prometo».

La reducción del número de comisiones parlamentarias y la prohibición de ceder diputados para la formación de grupos parlamentarios son otras reformas que Vox propone introducir en el Reglamento del Congreso.