Madrid, 23 sep (EFE).- Vox ha exigido este martes la dimisión de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, por su gestión «negligente» en la crisis de las pulseras de control de agresores sexuales, así como su comparecencia en el Congreso y la de los ministros de Justicia, Félix Bolaños, e Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Junto a estas comparecencias, ha solicitado las de la secretaria de Estado de Igualdad y para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, María Guijarro; la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Carmen Martínez; la directora del Instituto de las Mujeres, Cristina Hernández; y la presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género, Esther Erice.
Vox también ha pedido la presencia en la Cámara Baja de los adjudicatarios de los contratos, la UTE Vodafone-Securitas, y un informe con la documentación de adjudicación, copia de expediente de adjudicación y un informe del Tribunal de Cuentas sobre la fiscalización del gasto destinado al sistema de control electrónico.
En una rueda de prensa, la portavoz de Vox, Pepa Millán, se ha preguntado por qué no ha dimitido la ministra de Igualdad y ha advertido de que jamás han estado más desprotegidas las mujeres que con el Gobierno de Pedro Sánchez, pese a sus «lecciones de feminismo».
«Dice permanentemente que hay que creer a las víctimas siempre, menos cuando denuncian la negligencia terrible de un gobierno que pone a activistas a gobernar», ha denunciado.
Ha afirmado que el Ejecutivo de Sánchez, además de poner a «violadores en la calle» con la ley del sí es sí, ha dejado a su «libre albedrío» a maltratadores por su «incompetencia manifiesta».
Millán ha criticado que ninguno de los tres ministros que, según ha dicho, conocían la situación hiciera «absolutamente nada», pese a los avisos de los jueces, el Consejo General del Poder Judicial y la Fiscalía General del Estado.
Ha insistido en que quien pone en peligro a las mujeres es el PSOE, no Vox, que es «el único partido que pide las penas más duras contra los agresores» y ha pedido al PP que deje de «blanquear» al Ministerio de Igualdad y sus políticas de género y de «comprar el marco mental» de la izquierda al renovar el pacto de Estado contra la violencia machista.