Palma, 2 sep (EFE).- El grupo de Vox en el Parlament balear ha registrado la misma proposición para derogar la Ley de Memoria Democrática que planteó en abril del año pasado, una derogación que se frustró por sus desavenencias con el PP, resueltas en un nuevo pacto que ha permitido al Govern aprobar los presupuestos de 2025.
«Vox cumple así con los compromisos adquiridos con el Partido Popular en el reciente acuerdo entre ambas formaciones y exige la inmediata tramitación parlamentaria de esta iniciativa», subraya este martes el partido derechista en un comunicado.
La eliminación de la Ley de Memoria y Reconocimiento Democráticos formaba parte del acuerdo de legislatura que firmaron PP y Vox para la investidura como presidenta de Marga Prohens al frente de un Govern en solitario de los populares.
Cuando a mediados de 2024 Santiago Abascal anunció la ruptura de los pactos autonómicos con el PP en toda España, Vox obstaculizó e impidió la aprobación de los presupuestos del Ejecutivo de Prohens, que replicó frustrando con su abstención la derogación de la ley memorialista.
El nuevo entendimiento, que ha permitido al Govern balear contar con nuevos presupuestos desde principios del pasado mes de julio, contempla otra vez la supresión de la Ley de Memoria, que en 2018 fue votada parcialmente a favor por los populares cuando estaban en la oposición.
La proposición de Vox registrada este martes es idéntica a la que presentó en el Parlament el 10 de abril de 2024 salvo en la firma, puesto que la entonces portavoz del grupo, Idoia Ribas, lo ha abandonado y mantiene su escaño como diputada no adscrita. La sustituye Manuela Cañadas.
La proposición de ley registrada por Vox en el Parlament para derogar la Ley de Memoria y Reconocimiento Democráticos, que se aprobará con el apoyo del PP, argumenta que la norma busca imponer una «interpretación sectaria» de la Guerra Civil y que vulnera derechos fundamentales amparados por la Constitución.
El texto plantea en una amplia exposición de motivos que «lo sucedido en España entre 1931 y 1945» supuso un «acontecimiento dramático» y señala que la guerra «llevó hasta el paroxismo las dinámicas de enfrentamiento» de la «incesante espiral de violencia» de la Segunda República.
Vox, que no alude en su relato al golpe de Estado fallido ni a la rebelión militar de 1936, señala que «un pasado tan complejo y lleno de aristas requiere aproximaciones plurales, desapasionadas y generosas».
«Nunca ha habido un relato consensuado sobre la Segunda República, la Guerra Civil y el Franquismo», lo que representa «una sana riqueza a preservar» para una «sociedad democrática y pluralista», que no puede permitirse que «el poder político fije relatos cerrados», como a su juicio hace la ley que quiere derogar.
Vox entiende que la Ley de Memoria balear «atenta contra las libertades más elementales ideológica, religiosa y de pensamiento, y amenaza la libertad de cátedra e investigación».
La derogación no afecta los procesos de búsqueda de víctimas mortales desaparecidas y exhumación, amparados por la Ley de Fosas, que se mantendrá vigente.
Durante el primer debate de toma en consideración de la iniciativa, el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, actualmente presidente de Vox en las islas, rompió fotografías de tres republicanas asesinadas en 1937, un hecho por el que está procesado por delito de odio.