Nueva York, 23 jun (EFE).- Wall Street abrió este lunes en rojo pero casi plano, con los índices bailando unas centésimas arriba o abajo, en lo que aparenta ser un suspiro de alivio porque no se materializa la represalia de Irán a los ataques de Estados Unidos y se aleja así el fantasma de una guerra abierta.
Dos minutos después del toque de campana, el Dow Jones de Industriales se mantenía neutro, en los 42.207 puntos, mientras que el S&P 500 perdía un casi imperceptible 0,02 %, hasta las 5.996 unidades, y el Nasdaq caía un 0,24 %, para quedar en 19.400 enteros.
Eran tan leves las variaciones que viraban constantemente del rojo al verde en estas primeras horas del lunes.
Ayudaron a tranquilizar al parqué las noticias llegadas del mercado petrolero: el precio del barril de Texas abrió este lunes levemente al alza mientras se disipa el temor a que Irán cierre o restrinja el paso por el estratégico Estrecho de Ormuz.
A las 9.00 de la mañana, el Texas cotizaba a 73,98 dólares el barril, lo que supone una subida del 0,19 % con respecto a la cotización anterior.
Idéntico comportamiento mostraba a esta hora el barril de Brent, que cotizaba a 77,17 dólares el barril, una subida del 0,21 %.
Los analistas estiman que un cierre prolongado del estrecho de Ormuz, por donde transita el 20 % del crudo mundial, podría disparar el Texas hasta los 100 dólares el barril, por lo que se multiplican los llamamientos a Irán por la mesura, incluso de aliados suyos como China.
Además, si la guerra se convirtiera en un conflicto abierto, añadiría enorme incertidumbre a unos mercados aún temblorosos por toda la incertidumbre creada por las políticas arancelarias de Donald Trump, que también tienen al mundo en vilo.
Entre las 30 mayores cotizadas del Dow hay pocas variaciones, y solo destacan las subidas de IBM (1,26 %), Cisco (1,24 %) y Caterpillar (1,08 %); entre las bajistas, Walt Disney (-1,15 %) y United Health (-1,14 %).