Pekín/Bangkok, 15 jul (EFE).- El presidente chino, Xi Jinping, y el primer ministro australiano, Anthony Albanese, se reunieron este martes en Pekín para «impulsar la relación» entre Australia y China, cuando ambos países normalizan lazos tras tensiones pasadas y en medio de la guerra comercial por los aranceles de Estados Unidos.

«China está dispuesta a colaborar con la parte australiana para impulsar la relación bilateral y lograr mayores avances que beneficien a nuestros dos pueblos», apuntó Xi antes de la reunión, según un comunicado divulgado por el Gobierno australiano.

El líder australiano celebró por su parte «los avances en la cooperación» con China, su principal socio comercial, para actualizar el Tratado de Libre Comercio bilateral, en vigor desde diciembre de 2015, a pesar de las diferencias políticas y comerciales entre ambas naciones.
«Agradezco la oportunidad de exponer las opiniones e intereses de Australia y nuestra perspectiva sobre cómo podemos mantener la paz, la seguridad, la estabilidad y la prosperidad en nuestra región», dijo Albanese, quien suele criticar el expansionismo de Pekín en el Indopacífico.
El viaje a China del dirigente australiano se produce en un momento en el que tanto Pekín como Camberra buscan diversificar sus mercados ante los aranceles del presidente estadounidense, Donald Trump.
Las relaciones entre China y Australia mejoraron tras la llegada al poder en mayo de 2022 del Partido laborista australiano de Albanese, reelegido este año, después de verse afectada por vetos comerciales y una petición para investigar el origen de la covid-19 del anterior Gobierno conservador australiano (2018-2022).
Pekín respondió con la imposición unilateral de altos aranceles a varios productos australianos, como el vino, la cebada, la langosta o la carne de vacuno, entre otros, tasas que se fueron eliminando en los últimos años.
«La relación entre China y Australia ha superado el retroceso y ha dado un giro, aportando beneficios tangibles a los pueblos chino y australiano», apuntó Xi.
Albanese, quien llegó el sábado a Shanghái acompañado de una larga comitiva de empresarios, tiene previsto reunirse hoy con el primer ministro chino, Li Qiang, y viajar el miércoles a Chengdu, donde terminará su visita.
A pesar de la histórica sintonía entre Camberra y Washington, Albanese todavía no ha podido verse con Trump, tras la cancelación de última hora de su reunión prevista a mediados de junio en Canadá durante la cumbre del G7 y después de que el líder oceánico no viajara a Holanda para la reunión de la OTAN.
La relación entre los históricos aliados atraviesa un momento delicado debido a los aranceles de Trump, con el país austral especialmente afectado por las tasas aplicadas por EE.UU. al cobre, aluminio y acero.
Trump además revista el pacto de seguridad AUKUS, sellado en 2021 junto a Reino Unido y Australia, por que el Camberra tiene previsto adquirir submarinos nucleares de tecnología estadounidense.