Yolanda Parga: “Al principio mis propios compañeros eran muy reacios”

Yolanda Parga, responsable del arbitraje femenino de la Federación Española de Fútbol. EFE/Rodrigo Jiménez

Madrid, 7 mar (EFE).- Yolanda Parga asegura que sigue “enganchada” al arbitraje desde que empezó a arbitrar con 13 años, tras un camino en el que ha tenido que “romper barreras” desde el principio, cuando sus “propios compañeros eran muy reacios” con ella por ser mujer y después para lograr la profesionalización.

Responsable de arbitraje femenino español desde principios de 2022, Parga (A Coruña 1978) reconoció en una entrevista con EFE que “si volviera a nacer querría ser árbitra”, a pesar de las dificultades con las que se ha encontrado para conseguir “mejoras para las árbitras de ahora y las que vienen detrás”, sin pensar que ya se “ha tocado techo”.

– Pregunta (P): ¿Cómo fueron sus principios?

– Respuesta (R): Desde bien pequeña iba con mi padre a los campos y un día con 13 años me puse su ropa y le dije “papá yo quiero ser árbitro”. Lo que empezó como voy a probar, ha marcado toda mi vida. Si volviera a nacer querría ser árbitro. Mi padre siempre venía conmigo, era muy estricto, porque es tu padre y árbitro, pero hizo esa labor de apoyo.

Fue un momento de romper barreras y cuando empecé a trabajar en el comité también, pero siempre alguien tiene que abrir la puerta y yo fui una de las que estuve empujando, primero en los campos, porque ahora está normalizado ver a una mujer a arbitrar, entonces no, y también con los propios compañeros, que al principio eran muy reacios conmigo. Luego, cuando vieron que yo hacía mi función con la mejor predisposición, empezaron a confiar en mi y vinieron las cosas rodadas, pero fue difícil.

– P: ¿Tuvo algún momento tan complicado como para pensar en dejarlo?

– R: Recuerdo uno bien joven, pero no por ser mujer, en un partido de cadetes se empezaron a pegar dos entrenadores y yo muerta de pánico me metí en la ducha, cerré la puerta y dije. ‘que salga el sol por donde pueda’. Pero nunca tuve un momento real de decir esto no merece la pena y me voy, aunque esto no es un camino de rosas, no solo por el hecho de ser mujer, sino porque tú a lo mejor pones tus expectativas aquí arriba, no las alcanzas, como el ascenso por ejemplo, y tienes bajón, pero como estaba tan enganchada al arbitraje y sigo estando tienes dos días de luto y luego dices venga, arriba y a tirar de nuevo.

– P: ¿Qué va a pedir en la reforma arbitral que quiere hacer el nuevo presidente de la RFEF, Rafael Louzán?

– R: Mi postura, la del CTA, es estar abierto a escuchar. Creo que hemos pecado un poco de hermetismo. Vamos con la mejor intención, a posicionar cuál es la situación del arbitraje y entre todos crear todo aquello que sea positivo.

– P: Les costó una huelga llegar a ser profesionales hace tres años…

– R: No podemos pensar que hemos tocado techo, siempre hay que mirar a ver si algo más, no ya en salarios sino en el genérico del arbitraje femenino. En ese momento se hizo el parón porque iban a arbitrar chicas con total profesionalidad a dos equipos en los que las jugadoras eran profesionales. Se consiguió, hace que puedan vivir de esto y fue una puerta enorme que se abrió para las que están y las que vienen detrás.

– P: ¿Qué le parece poder usar el VAR la temporada que viene?

– R: Louzán quiere que haya VAR y es la postura que tiene el comité. Siempre digo que nuestras árbitras fallan, claro que fallan, árbitros y árbitras viajamos con el error, pero si tienes la posibilidad de esa tecnología detrás, que ante un error decisivo pueda entrar y cambiarlo sería una ayuda impresionante para la Liga F y nuestras árbitras. Se está trabajando, se han pedido presupuestos y la IFAB ha abierto la posibilidad de tener el ‘football video support’. Las chicas están preparadas y formadas para trabajar con el VAR ‘light’ o el normal.

– P: ¿Hay “nevera” en el arbitraje femenino?

– R: Soy antinevera. Creo que, si como profesional hay un error técnico, que no suele ser habitual, o un error muy grosero sí tiene que tener una consecuencia. Realmente no hay muchas, esta temporada una o dos y ninguna por error técnico.

– P: ¿En qué nivel están las árbitras españolas?

– R: Están en el nivel de la categoría, con errores, pero trabajando muy duro. Lo que sí resalto, porque en su momento fue criticado por determinados ámbitos, es que desde que se dedican únicamente a esto hay una mejora increíble y en lo que antes se notó es el aspecto físico. Es fundamental, porque es lo que te hace llegar a las áreas, que es donde suceden las jugadas que te cambian el resultado de un partido. Internacionalmente estamos muy contentos. Tenemos 5 árbitras, 8 asistentes y, de esas 5, 2 están en la primera categoría de UEFA, Marta Huerta y Olazt Rivera, que están preseleccionadas para la Eurocopa de este año y el Mundial de Brasil 2026 y somos el segundo país que más designaciones europeas ha tenido esta temporada.

– P: ¿Habrá más árbitras en breve en el fútbol profesional masculino?

R: Tenemos 4 asistentes en la liga profesional masculina y Marta es la primera como árbitra en haber roto ese techo de cristal que es un objetivo de mucho peso para las que vienen detrás. Pero vienen chicas muy preparadas. Tenemos a Olatz y a Eugenia (Gil) que internacionalmente están funcionando bien y en Primera RFEF y por detrás otras chicas de Primera femenina. Esperemos que en un futuro no muy lejano podamos tener alguna otra en categoría profesional masculina.

– P: ¿Es compatible la maternidad con ser árbitra?

– R: He sido árbitra asistente internacional y he tenido dos hijos durante mi carrera, pero te tienes que adaptar. Yo he estado embarazada y he seguido entrenando hasta que he tenido que dar a luz y me he cuidado mucho y cuando vuelves prepararte rápido. La vida personal es muy importante y los años pasan. Nosotros apoyamos la maternidad en nuestras árbitras. Marta Huerta es un ejemplo claro, pero con mucho sacrificio.

Javier Peña y Olga Martín