Yoon dice que apoyará a sus partidarios sin enviar mensaje de aceptación a su destitución

El expresidente surcoreano Yoon Suk-yeol a finales de 2024. EFE/ STR

Seúl, 6 abr (EFE).- El expresidente surcoreano Yoon Suk-yeol dijo este domingo que apoyará a sus partidarios, dos días después de que el Tribunal Constitucional confirmara su destitución, y no envió un mensaje que indique que acepta dicho fallo.

“Mientras ustedes, jóvenes, no pierdan la confianza, nuestro futuro será brillante. Aunque renuncie a la presidencia, siempre los apoyaré”, declaró Yoon en un mensaje, publicado por su equipo legal, y dirigido a un grupo de sus partidarios.

Yoon expresó su agradecimiento por su apoyo, afirmando que “conscientes de la grave crisis que atraviesa la nación, han emprendido una lucha por la defensa de la libertad y los derechos soberanos, que quedará grabada en la memoria”.

El pasado viernes Yoon se pronunció también de manera velada tras el fallo y se disculpó por no haber podido cumplir las expectativas y esperanzas de los ciudadanos y dijo que el mayor honor de su vida fue haber servido a la nación.

Unas 18.000 personas salieron a la calle en la víspera en Corea del Sur en protesta a la decisión del tribunal y reclamaron su regreso inmediato calificando a la oposición como “un cártel contrario al estado” que debe ser erradicado.

El Tribunal Constitucional de Corea del Sur aprobó el viernes, de manera unánime, la destitución de Yoon, suspendido desde diciembre por su controvertida declaración de ley marcial, con lo que pierde definitivamente el cargo y el país deberá celebrar elecciones presidenciales anticipadas en un plazo máximo de 60 días.

El fallo fue adoptado con el voto a favor de los ocho jueces del tribunal. Para que la destitución fuera ratificada, se requería el respaldo de al menos seis de los ocho magistrados en funciones.

Yoon había estado suspendido más de 100 días desde que la Asamblea Nacional aprobó la moción de destitución. El proceso ha estado marcado por una fuerte polarización social y política, con protestas masivas en todo el país y encuestas que mostraban alrededor del 60 % de apoyo ciudadano a la destitución.