Yu Zidi, su salud física y mental, a debate

Yu Zidi. EFE/EPA/RUNGROJ YONGRIT

Madrid, 31 jul (EFE).- La explosión y éxito abrumador de la nadadora china Yu Zidi, de tan sólo 12 años, en los Mundiales de Singapur, alienta el debate en la comunidad internacional.¿Es seguro y sano desde el flanco físico y mental que atletas tan jóvenes compitan en grandes escenarios, en el alto rendimiento?.

La doctora Patricia Núñez de Aysa, médica rehabilitadora perteneciente a la clínica Ripoll y De Prado, en Madrid, alerta de que su caso, como el de otros deportistas, este tipo de apariciones tan tempranas puede conllevar cada vez más riesgos.

“Se trata de competir ante millones de ojos, miles de personas con expectativas muy grandes y la gran mayoría de las veces sin una red emocional muy sólida. Esta red emocional, que incluso la mayoría de deportistas carece, porque no es fácil construirla, en una edad tan temprana es más probable que falte. Toda esta presión puede generar ansiedad, alteraciones del sueño, trastornos de la alimentación o, incluso, al rechazo del deporte si no se gestiona bien”, explica a EFE la doctora.

La cada vez mayor exposición de deportistas tremendamente jóvenes que aparecen compitiendo en la excelencia tiende a eclipsar el crecimiento normal de un atleta que no quema las fases tan rápido. Asimismo, enfoca las miradas en las expectativas, en un momento en el que los y las deportistas tienen el riesgo de abandonar la coherencia con unos resultados propios a su crecimiento, deportivo y humano.

“El alto rendimiento en la infancia es posible, pero tiene que ir de la mano de la salud física y salud mental. Es indispensable para que el deportista pueda ir desarrollándose de manera saludable. Es una visión a largo plazo. No solo queremos campeonas ahora, queremos mujeres sanas, íntegras y felices y capaces dentro de diez años”, exclama la médica, que muestra preocupación por el trato hacia estos deportistas de cara al resto de su carrera.

El estrés y la ansiedad son los factores de riesgo más comunes en estos casos. Un cerebro que todavía está en crecimiento es altamente sensible al estrés y la cronicidad de este estrés, según indica la doctora. Esta permeabilidad exige que haya un apoyo educativo y psicológico muy claro para evitar dejar cicatrices en los atletas.

“Si no se acompaña de un apoyo educativo y psicológico muy claro, puede ir dejando cicatrices en los deportistas. Es muy importante que niñas y niños de la edad de Yu Zidi tengan un entorno que les proteja y les cuide y les recuerde que antes de deportistas son personas que además están en crecimiento”, desarrolla Patricia Núñez.

Existe, asimismo, el miedo a la lesión física. El estrés mental puede ir acompañado, por la carga de trabajo y el sobreúso de la musculatura, de un estrés muscular ante un sistema muscular y esquelético que todavía no se ha desarrollado del todo, por lo que se insta a tener una regulación muy clara de la carga de entrenamientos, según la médica.

Un cuidado, control y una atención necesarias para que el deportista de élite tenga una carrera dilata y respetada pero, sobre todo, una vida digna ante los riesgos de la exposición y la tensión del deporte de alta competición

Yu Zidi, con sólo 12 años, igualó el récord de precocidad de la danesa Inge Sorensen, tras colgarse este jueves la medalla de bronce en el relevo de 4×200 libre en los Mundiales de Singapur.Sorensen, con la misma edad, subió al podio en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936.

Antes, la nadadora china no pudo colgarse otra medalla por centésimas en la modalidad de 200 metros mariposa, quedando cuarta a las puertas de lograr lo que parecía impensable: que una niña se hiciera con el bronce batiendo aún más los récords de precocidad. Eso sí, sus buenos resultados y la sorpresa internacional ponen en duda si es seguro y sano para atletas tan jóvenes competir en estos grandes escenarios, física y mentalmente.

Víctor Castelló