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Yunus exige en la ONU apoyo para los rohinyás mientras enfrenta protestas en Nueva York

El primer ministro interino de Banglades, Muhammad Yunus. EPA/EVERETT KENNEDY BROWN

Naciones Unidas, 26 sep (EFE).- El jefe del Gobierno interino de Bangladés, Muhammad Yunus, lanzó en la ONU una advertencia sobre la crisis de los refugiados rohinyás, asegurando que está «al borde del colapso» y pidiendo una acción global urgente para evitar una «situación catastrófica», mientras en el exterior del edificio era recibido con protestas.

Mientras el premio Nobel de la Paz se dirigía a los líderes mundiales, manifestantes de los partidos Awami League y BNP calificaban su gobierno de «ilegal» y «usurpador», reflejando la profunda división política del país.

Este malestar se enmarca en una política dominada durante décadas por la encarnizada rivalidad entre ambos partidos en Bangladés, que conforman el orden tradicional y consideran ilegítimo al gobierno de Yunus por haber nacido de una revuelta popular y no de un proceso constitucional.

Dentro de la Asamblea, Yunus dedicó la parte más urgente de su discurso a la situación de más de un millon de rohinyás que su país acoge, la mayoría huidos de la brutal represión militar de 2017 en Birmania, calificada por investigadores de la ONU de una «limpieza étnica de manual».

Advirtió que la ayuda internacional se está agotando a un ritmo alarmante, y los recortes, dijo, podrían reducir el apoyo alimentario a «unos míseros 6 dólares por persona al mes», una situación que agravaría el hambre y la inseguridad en los superpoblados campos de refugiados de Cox’s Bazar.

Yunus describió a Bangladés como «la segunda víctima después de los perseguidos rohinyás», e insistió en que la crisis no es un asunto bilateral, pidiendo a la comunidad internacional que asuma su responsabilidad y presione a la junta militar de Birmania.

La urgencia, añadió, se ha intensificado en el último año, ya que los combates en el estado de Rakáin, en Birmania, han provocado el desplazamiento de otras decenas de miles personas, empeorando la inestabilidad regional.