Nueva Delhi, 6 ago (EFE).- El jefe del Gobierno interino de Bangladés, Muhammad Yunus, anunció este martes que las elecciones generales del país se celebrarán en febrero de 2026, al cumplirse un año del levantamiento popular que forzó la dimisión y huida de la ex primera ministra Sheikh Hasina, tras meses de incertidumbre y protestas que exigían una hoja de ruta clara para la transición democrática.

«Enviaré una carta al jefe de la Comisión Electoral solicitando que organice las elecciones nacionales en febrero de 2026, antes del mes de Ramadán», afirmó Yunus en un discurso televisado a la nación.
El anuncio llega tras casi un año sin una fecha definida para los comicios, en un país gobernado desde agosto de 2024 por un Ejecutivo interino liderado por Yunus, premio Nobel de la Paz y fundador del Grameen Bank, conocido por otorgar microcréditos a los más pobres del país.
El mandatario subrayó que las tres responsabilidades del gobierno provisional son la reforma, la justicia y la convocatoria electoral, y afirmó que ha llegado el momento de cumplir la última de ellas.
«Ahora es tiempo de cumplir con nuestro deber final: celebrar las elecciones. Desde este momento, en este día histórico, entramos en el capítulo más importante de nuestro mandato. Estamos a punto de iniciar el proceso de traspaso de poder a un gobierno elegido», declaró.
Yunus aseguró que el país debe evitar que «ningún futuro gobierno pueda volver a convertirse en fascista» y abogó por una reestructuración del Estado que permita erradicar cualquier signo de autoritarismo «sin tener que esperar otros 16 años ni perder más vidas».
«Queremos que las mujeres voten con libertad y entusiasmo, que nuestros trabajadores migrantes tengan por fin la oportunidad de participar, y que cada ciudadano, incluso los que no pudieron votar durante los últimos 15 años, pueda ejercer ese derecho con alegría», afirmó.
El líder interino pidió a la población acudir a las urnas con sus hijos y convertir la jornada electoral en una fiesta cívica comparable al Ramadán. Subrayó que muchos votantes acudirán por primera vez a las urnas y que, en sus palabras, esta elección «pondrá los cimientos de un nuevo Bangladés».
Hace un año, el Levantamiento de Julio, iniciado por estudiantes contra un sistema de cuotas de empleo público, se transformó en una ola de descontento nacional que derivó en la caída de Hasina y su partido, la Liga Awami, tras quince años en el poder. Según datos de la ONU, la represión de las protestas dejó al menos 1.400 muertos.
Desde entonces, el país ha vivido una etapa de transición marcada por reformas institucionales y presiones internas y externas para fijar un calendario electoral. Los principales partidos de la oposición, incluida la Liga Awami desde el exilio y el Partido Nacional de Bangladés (BNP), han exigido comicios antes de finalizar 2025.
Hasina, exiliada en la India desde hace un año, afirmó en una carta abierta publicada este martes que nunca renunció a sus funciones como primera ministra, y describió el aniversario como la «caída de la democracia».
La exmandataria acusó al gobierno interino de haber provocado actos diarios de violencia y persecución arbitraria, y llamó a los miembros de su ilegalizado partido, la Liga Awami, a continuar lo que definió como una lucha por la justicia.