Madrid, 27 jun (EFE).- El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha asegurado este viernes tras ser condecorado -junto al fallecido Pedro Zerolo- por la aprobación del matrimonio igualitario, que visto con la perspectiva de veinte años «en materia de reconocimiento de derechos acierta quien se anticipa y yerra quien los posterga».

Zapatero ha recibido en un acto en el Palacio de Parcent, sede del Ministerio de Justicia, la Orden de la Cruz de San Raimundo de Peñafort por su contribución a la ley del matrimonio igualitario, que fue aprobada el 30 de junio de 2005, junto a la abogada Luisa Estévez, presidenta de la Fundación Pedro Zerolo, político y activista fallecido hace una década.

«Con emoción recuerdo ahora aquel día en el Congreso, aquellas tribunas llenas de hombres y mujeres encabezados por Pedro Zerolo, por el mas valiente, por el más líder, por el que más hizo por reconocer este derecho», ha dicho un emocionado Zapatero en una tribuna con un fondo de bandera arcoíris con el lema ‘Orgullo y Justicia’, y junto al ministro Félix Bolaños.
El exjefe del Ejecutivo, que ha tenido también palabras de agradecimiento para el entonces ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, también presente en el acto, ha remarcado que se trató de «una ley impulsada por una minoría pero que benefició a todos» y ha concluido que «esa es la grandeza de los derechos».
Zapatero, que ha relatado que ha compartido con su padre de 98 años la noticia de una distinción que también recibió él, jurista, hace 40, ha remarcado que se logró introducir «un nuevo derecho con apenas 19 palabras en el Código Civil».
«Un simple añadido» en el artículo 44 -«el matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean del mismo o de diferente sexo»- por cuya simpleza y brillantez ha felicitado a López Aguilar.
«Por cierto, un derecho consagrado en la Constitución sin que la Constitución lo reconociera, porque esa es la facultad del legislador, esa es la promesa democrática», ha añadido.
Por su parte, el ministro Bolaños ha recordado que esta ley «tuvo también un rechazo brutal, salvaje, de personas que no querían que España estuviera a la cabeza en reconocimiento de derechos».
«España es un país donde se acaba el mundo a menudo, donde cuando hay una avance en derechos, el mundo parece acabarse», incluida la ley antitabaco, ha remarcado al respecto, recordando que «los derechos se consiguen pero también se pierden», como ha ocurrido con las marchas prohibidas LGTBI+ en Hungría, país con el que ha mostrado su solidaridad.