Zaragoza expone por primera vez al completo un mosaico romano descubierto hace 36 años

Como si de unas piezas de rompecabezas se tratara, los fragmentos del mosaico romano 'Las musas' han podido unirse al completo por primera vez en Zaragoza, un "día histórico" para la capital aragonesa, que ha logrado ver en su plenitud el tapiz después de 36 años desde su descubrimiento. EFE/Javier Cebollada

Zaragoza, 27 jun (EFE).- Como si de piezas de rompecabezas se tratara, los fragmentos del mosaico romano ‘Las musas’ han podido unirse al completo por primera vez en Zaragoza, un «día histórico» para la capital aragonesa, que ha logrado ver en su plenitud el tapiz después de 36 años desde su descubrimiento.

Tras una cuenta atrás, la sala del Museo del Foro de Caesaraugusta, completamente a oscuras, ha iluminado este viernes el esperado mosaico de más de ocho metros de longitud y casi seis metros de anchura, un hallazgo que ha tardado años en unificarse, después de que las piezas tomaran rumbos a dos museos diferentes de la ciudad.

Un «día histórico» para Zaragoza

Las excavaciones, realizadas en la zona del Mercado Central de la ciudad en 1989, fueron las responsables del descubrimiento de estos fragmentos, que formaban parte de una gran vivienda romana localizada en el área de las murallas de la ciudad.

 Hasta ahora, las piezas habían permanecido separadas, de tal forma que los paneles en los que aparecía la imagen de la musa Clío junto con la figura de un sátiro, fueron trasladadas a las salas de Antigüedad del Museo de Zaragoza, mientras que las otras partes se exhibían en el Museo del Foro de Caesaraugusta.

«Es un día histórico para el patrimonio zaragozano y aragonés», ha subrayado durante la presentación la consejera de Cultura del ayuntamiento de la ciudad, Sara Fernández, quien ha celebrado la unificación de los fragmentos que, por «diferencias institucionales», no habían podido juntarse.

Un trabajo de restauración «quirúrgico»

Por su parte, el técnico Superior de Cultura del consistorio, José Fabra, se ha mostrado satisfecho al poder ver el mosaico «con la misma envergadura, plenitud cromática y de superficie» de la época, y ha insistido en la labor «quirúrgica» que ha supuesto este resultado.

«Esta labor era muy delicada y compleja, dada la geometría y volumen del mosaico», ha explicado el técnico, que ha subrayado la dificultad a la hora de unificar el color y forma de la obra por los procesos diferentes de restauración a los que habían sido expuestas las piezas.

A pesar de la ausencia de una parte del tapiz, los restauradores han podido deducir el contenido ausente, que podría ser una referencia a Baco, el dios romano del vino. «Cada uno de estos elementos iría ilustrado con algún personaje mitológico vinculado al consumo del vino y también a la música», ha descrito Fabra, mientras señalaba el hueco vacío del mosaico.

Con la presentación de esta pieza, el museo abrirá sus puertas a los visitantes que quieran observar con más detalle el tapiz, en un fin de semana con más afluencia de la habitual con motivo de la celebración en Zaragoza de la ‘Noche en Blanco’, considerada como la gran fiesta nocturna de la cultura. EFE

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