Zelaya tilda de “hecho trágico” matanza de Los Horcones y defiende inocencia de su padre

Fotografía de archivo del expresidente de Honduras, Manuel Zelaya. EFE/ Gustavo Amador

Tegucigalpa, 26 jun (EFE).- El expresidente hondureño Manuel Zelaya calificó este jueves como un “hecho trágico” la matanza de Los Horcones, ocurrida hace 50 años y en la que fueron asesinadas 14 personas, y defendió la inocencia de su padre, José Manuel Zelaya, ya fallecido, quien fue condenado por un crimen que, afirmó, «cometieron los militares».

“Fue una tragedia. La cometieron los militares (…). Todos los autores materiales fueron condenados, los que no fueron condenados fueron los autores intelectuales: los militares de alto rango», subrayó Zelaya en declaraciones a la televisión local.

 La masacre ocurrió el 25 de junio de 1975, bajo el gobierno militar del general Juan Alberto Melgar Castro, ya fallecido, quien había asumido el poder el 22 de abril de ese año tras sustituir al también general golpista Oswaldo López Arellano.

Según diversos informes, el Ejército apoyó a terratenientes en el desalojo violento de campesinos organizados en la Unión Nacional de Campesinos (UNC), que reclamaban derechos sobre tierras en el departamento de Olancho, este de Honduras.

Zelaya, uno de los principales asesores y esposo de la presidenta actual, Xiomara Castro, relató que las víctimas, entre ellas campesinos y religiosos, se dirigían a Tegucigalpa para participar en una marcha nacional contra el hambre convocada por la UNC y fueron interceptadas en Olancho.

La noche anterior, pernoctaron en el Centro de Capacitación Santa Clara, desde donde fueron desalojados por agentes de la desaparecida Dirección de Investigación Criminal (DIC), un cuerpo encubierto vinculado a las Fuerzas Armadas y señalado por su participación en desapariciones forzadas.

Entre las víctimas estaban los sacerdotes Casimiro Cypher (estadounidense), Iván Betancourt (colombiano) y Máximo Aguilera, padre de Lucas Aguilera, dirigente del Partido Demócrata Cristiano de Honduras (PDCH).

Los cuerpos de las 14 víctimas fueron arrojados al fondo de un pozo malacate (cable o cuerda para tirar de material pesado) en un intento de los autores de desaparecer toda evidencia del crimen.

50 años después, Zelaya reivindica la inocencia de su padre

El exmandatario explicó que las ejecuciones ocurrieron en una casa de su padre, la cual había sido prestada al Ejército para instalar «un retén de seguridad» y recordó que su padre estuvo preso siete años «pagando un crimen que cometieron los militares».

Agregó que, tras un juicio celebrado en el Juzgado Primero de Juticalpa, un juez declaró a su padre «inocente de la masacre de Los Horcones» y «condenó a los militares».

No obstante, un informe del Consejo Superior de las Fuerzas Armadas indicó que nueve de las víctimas fueron asesinadas con un «fusil calibre 22 Magnum, proporcionado por José Manuel Zelaya».

Algunos de los responsables condenados recuperaron su libertad en 1980, tras recibir un indulto otorgado en la etapa final del régimen militar, bajo el gobierno del general Policarpo Paz García, ya fallecido.

El miércoles, el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC), dirigido por los jesuitas, exigió a Zelaya reconocer públicamente la masacre y pedir perdón en nombre de su padre.

«Han pasado 50 años, y el gobierno actual es liderado por la familia Zelaya. No conmemoramos esta fecha por venganza. Lo hacemos por obligación de rendir homenaje a nuestros mártires. Y hoy en la conmemoración de los 50 años de su martirio, nuestra demanda es firme y directa para usted, don Manuel Zelaya, hijo, y su familia: en memoria y para resarcir en parte el daño de hace 50 años, exigimos que haya reconocimiento de lo ocurrido y petición de perdón en nombre de su padre», subrayó el ERIC en un pronunciamiento. EFE

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