Zelenski espera obtener más defensas antiaéreas en la reunión de hoy de Ramstein

Imagen del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
. EFE/ Octavio Guzmán

Kiev, 9 sep (EFE).- Kiev tiene como prioridad obtener de sus socios nuevas contribuciones al refuerzo de sus defensas aéreas en la reunión que el llamado grupo de Ramstein, que agrupa a los países que prestan apoyo militar a Ucrania, celebra este martes en Londres.

Así lo expresó el lunes en el discurso a la nación que acostumbra a ofrecer al término de cada jornada el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, después de que Rusia destruyera el domingo con un misil Iskander con munición de racimo parte de la sede del Gobierno ucraniano en Kiev, un ataque sin precedentes al tener como objetivo una de las instituciones clave del Estado.

“Reforzar las defensas aéreas es la prioridad número uno de este Ramstein y de nuestros contactos con Europa y EE.UU. en general”, dijo Zelenski.

Que una infraestructura de la importancia de la sede del Gobierno fuera vulnerable al impacto directo de un misil ruso es otro síntoma de que Ucrania sufre un déficit de defensas antiaéreas que Rusia podría explotar en sus ataques nocturnos, en los que utiliza cada vez más drones de ataque y también misiles.

La UE y los países europeos han ayudado a Ucrania a lo largo de la guerra en materia de defensa aérea. En un principio con envíos de sistemas de misiles y munición que los socios de Kiev ya no tienen en número suficiente para seguir mandando a Ucrania.

Los países europeos apoyan ahora con financiación para la producción de sistemas antiaéreos en Ucrania o de forma conjunta. Algunos de ellos también han puesto dinero para que Ucrania compre más sistemas antimisiles Patriot de EE.UU., que con la llegada a la Casa Blanca del presidente Donald Trump ha dejado de ofrecer a Kiev asistencia gratis.

En su último discurso a la nación, Zelenski también advirtió de que los bombardeos rusos vuelven a centrarse antes del invierno en el sistema energético ucraniano. Ucrania podría volver a quedarse sin luz y calefacción durante el invierno si no puede proteger con garantías sus centrales eléctricas e infraestructuras gasísticas de los bombardeos rusos.