Naciones Unidas, 28 mar (EFE).- El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió este viernes a la comunidad internacional no abandonar a Sudán del Sur, el país más joven del mundo y uno de los más pobres y que ahora vive “bajo las nubes oscuras de una tormenta perfecta”.
Se refería con ello a la violencia desatada desde principios de mes entre fuerzas gubernamentales y la oposición armada en el norte del país, que derivó en el arresto domiciliario del vicepresidente y líder opositor, Riek Machar.
Guterres lamentó en una declaración ante la prensa que un pueblo como el sursudanés “no tiene desgraciadamente los líderes que se merecen”, y calificó los sucesos actuales como “un amargo recordatorio” de las guerras civiles de 2013 y 2016, que dejaron 400.000 muertos.
Los desacuerdos políticos -advirtió el secretario general- han dejado “en jirones” el acuerdo de paz, aunque desde Yuba (capital sursudanesa) el Gobierno minimizó hoy ese riesgo: en palabras del ministro de Información del país, Micheal Makuei, “el Acuerdo de Paz siempre está ahí y se aplicará en letra y espíritu”.
“Una pesadilla humanitaria”
Pero Guterres dijo que, más allá del conflicto político, lo que vive el país es “una pesadilla humanitaria”, con tres de cada cuatro sursudaneses en necesidad de asistencia y la mitad de la población sufriendo inseguridad alimentaria, a lo que se suma un brote de cólera.
La situación se agrava porque el país acoge además a más de un millón de desplazados del vecino Sudán, que está viviendo su propia guerra.
Económicamente el país sufre su peor momento por el desplome del precio del petróleo (su principal fuente de ingresos) y la inflación es galopante, mientras que la ayuda humanitaria se reduce al mismo ritmo que en el resto del mundo después de los grandes recortes aplicados por Estados Unidos y varios países europeos.
Por todo ello, Guterres instó a la comunidad internacional a no olvidar a Sudán del Sur en estos momentos, porque “ni el pueblo sursudanés puede soportar otro conflicto ni tampoco el Cuerno de África puede hacerlo”.
“Sudán del Sur puede haber desaparecido del radar, pero no podemos dejar que caiga en el abismo”, concluyó, y dijo a sus líderes: “Abandonen las armas y pongan por delante al pueblo”. EFE
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