Bruselas, 27 mar (EFE).- Activistas medioambientales instaron este jueves a la Comisión Europea a prohibir la exportación de pesticidas prohibidos en la Unión Europea a terceros países y alertaron de los “grandes daños” medioambientales y sanitarios que causan en estas zonas y en los productos que después son importados en la UE.

“Estas sustancias se siguen produciendo, exportando y usando en países del sur global (…) Tienen reglas menos estrictas o hay más problemas de control, pero después se importan cierta cantidad de estos plaguicidas a la Unión Europea en los alimentos”, afirmó a EFE el presidente de la Red Europea de Acción contra los Pesticidas (PAN Europe), Martin Dermine, en una manifestación organizada por la plataforma frente a la sede de la CE en Bruselas.
Alertó de que hay productos tropicales como los mangos o algunos cítricos provenientes de las regiones afectadas que están contaminados con estos elementos tóxicos producidos por la industria de los plaguicidas en la Unión Europea, según afirmó.
“Para mantener el comercio internacional de esos alimentos, la Unión Europea, en lugar de bajar el límite máximo de residuo autorizado, lo mantiene a un nivel bastante elevado, también en productos que tienen sustancias tóxicas para los fetos, los embriones, o que tienen cierto nivel de carcinogenicidad y genera peligro para los consumidores europeos”, indicó Dermine.
Además de los riesgos para los usuarios de Europa, el uso de estas sustancias también tiene consecuencias negativas en países como Uganda o Burkina Faso.
“Muchos de estos pesticidas están prohibidos en la Unión Europea, donde son producidos, pero llegan a zonas como Uganda. Muchos de los agricultores no tienen ni idea del daño que hacen estas sustancias a sus cultivos y a la salud de la gente local”, explicó a EFE Eric Oteba, activista ugandés que se desplazó a la capital belga para denunciar la situación.
En la protesta también se refirieron a la protección de los insectos y la biodiversidad del continente y calificaron la guía de evaluación de los riesgos de los pesticidas presente en el marco del Reglamento de Plaguicidas de la UE como un documento “obsoleto y profundamente defectuoso”.
Según explicaron, permite la aprobación de plaguicidas “incluso si causan hasta un 100% de mortalidad en los insectos analizados” e ” ignora el impacto en el mundo real de las mezclas de plaguicidas, la exposición crónica y los efectos acumulativos del uso generalizado de plaguicidas”.
“En un contexto con una agricultura industrial muy intensiva, donde hay pocos lugares naturales, los insectos no tienen espacio para desarrollarse y volver a multiplicarse y a volver al campo”, subrayó Dermine.
Por ello, plantearon en un manifiesto algunas medidas para la revisión de esta norma, como fortalecer los estándares de protección que garanticen que los plaguicidas no causen daños “inaceptables” a la biodiversidad o exigir una gama más amplia de especies para la evaluación de la toxicidad de los plaguicidas, entre otros.